A pesar del intenso calor más de 200 personas se dieron cita ayer domingo 19 de agosto en la Plaza de la Constitución de Cenicientos a las 12 horas para protestar contra la mala situación económica del consistorio gobernado por Carlos Enrique Jiménez Concejal, del Partido Popular, y contra las 12 nóminas que se les deben a los 36 empleados municipales. La concentración en este ocasión sí había sido autorizada por la Delegación del Gobierno, al contrario de lo que ocurrió con la del pasado viernes día 10 de agosto.

La protesta había sido convocada por los dos grupos políticos municipales de la oposición, PSOE, que cuenta con 4 de los 11 concejales y COMCE, que cuenta con una concejala.

Luis Ramos Lizana, portavoz socialista, declaró: “La situación es díficil y empeora día a día. Se sigue sin convocar plenos, seguimos sin secretario-interventor desde el 28 de noviembre… La gente tiene mucho miedo a retratarse, hay un miedo atroz a que te vean en protestas, hace falta más implicación. Pedimos que se intervenga el ayuntamiento, es la única solución posible”.

La concentración comenzó a las 12 horas y finalizó a las 13 horas después de que las más de 200 personas que partieron y volvieron a la Plaza de la Constitución y que en varios momentos de la marcha llegaron a ser 450, recorrieran las principales calles de la localidad con pancartas, carteles, bocinas y silbatos. Durante la marcha proclamaron consignas como: “Las malas gestiones son sus soluciones”, “Con cuentas, sin cuentos, salvemos Cenicientos”, “Alcalde dimisión”, “Nadie sabe en Cenicientos dónde van nuestros impuestos” o “Alcalde dimite el pueblo no te admite”.

Tras la marcha, en la Plaza de la Constitución, delante del ayuntamiento, la concejala de COMCE Pilar Juan Fernández y la edil socialista Natalia Núñez Jiménez leyeron un manifiesto en el que destacaron: “En nuestro pueblo lo público se ha puesto al servicio de los intereses políticos y personales. Esto es lo que llevamos años sufriendo. Todo el pueblo está viendo cómo el alcalde y su equipo están  gestionando los recursos municipales a su antojo y sin dar ninguna explicación. ¿Por qué no nos informan de nada, qué tienen que ocultar?”.

Otra cuestión que criticaron fue la subida de impuestos. “Se han subido de una manera abusiva, la tasa de basuras un 80%, el IBI un 20% justo cuando peor lo están pasando las familias económicamente”.

Y también protestaron contra la eliminación de servicios: “No se paga a la Mancomunidad, a la que debemos 200.000 euros. Y por eso nos quitan servicios básicos como los cursos de gimnasia y memoria para nuestros mayores, y los servicios de la asistente social. El alcalde no paga a la Seguridad Social, con el riesgo de dejar a los empleados desprotegidos. No paga  a la compañía eléctrica y nos cortan la luz. No paga a los profesores de música y encima los despiden. No paga las deudas  considerables y reconocidas  a otros ayuntamientos”.

El manifiesto concluyó: “Queremos  un ayuntamiento abierto,  honrado, democrático, transparente, justo, eficaz, bien gestionado y que escuche, en el que prevalezca el servir a nuestro pueblo sobre el mandar  y discriminar a sus ciudadanos. Le pedimos al señor alcalde que si aprecia a su pueblo y estima a sus vecinos dimita y ponga en manos de una gestora la administración de nuestro ayuntamiento por el bien de todos”.