Categoría | Medio Natural

Notas de campo de Verdemorillo: Ungulados por todos los lados. Parte II: el corzo y el ciervo

  • Dos cérvidos muy diferentes adaptados cada uno al espacio que ocupan: el corzo, pequeño, ágil y solitario, se mueve entre la espesura como una sombra discreta, mientras que el ciervo, majestuoso y social, domina los claros en grupos numerosos. Dos formas de ser ungulado, adaptadas a estrategias de vida muy distintas.

Continuamos con nuestro estudio sobre los ungulados donde lo dejamos en el anterior artículo.
Tres son los cérvidos que podemos encontrar en nuestra comarca, gamo (Dama dama), corzo (Capreolus capreolus) y ciervo (Cervus elaphus). Tres ungulados aparentemente muy parecidos pero que en realidad no pueden ser más diferentes. En el artículo anterior hablamos sobre el naturalizado gamo y hoy vamos a hablar de dos animales autóctonos, el corzo y el ciervo.
Los tres son especies cinegéticas, algo que condicionará totalmente su presencia en el territorio y que, en el caso del ciervo, dará explicación a su presencia en la zona debida principalmente a fugas de las fincas de caza en las que han sido introducidos.
El “duendecillo del bosque” o corzo:
Quien haya tenido la suerte de toparse con un ejemplar habrá visto un animal grisáceo (rojizo en invierno) de unos 75 cm de alzada y de aspecto ligero (no mucho más de 30 kg). Habita principalmente en bosques poco densos aunque es un amante incondicional de los campos de cultivo y los pastizales, lugares en los que pasa mucho tiempo, multiplicando las posibilidades de un fugaz encuentro con el humano observador. Pero lo cierto es que su anatomía nos indica que es un animal forestal adaptado a la vida en la espesura; pequeña talla (lo que le permite ocultarse fácilmente en el sotobosque), cuerna reducida (para evitar enganchones en ramas y arbustos), patas posteriores más altas que las anteriores (para avanzar a grandes saltos, evitando obstáculos como troncos caídos y arbustos) y grandes orejas, mucho más útiles en el interior del bosque que unos buenos “ojos de lince”. Totalmente adaptado a la vida en el bosque.

Corzo.

Son muy territoriales durante la estación reproductora; cada macho elige una parcela de terreno que defenderá fervientemente.
Se agrupan en pequeños clanes familiares, formados por un macho, una hembra y sus crías de menos de un año. Durante el mes de mayo, las hembras se apartan del grupo para retirarse a la espesura del bosque para alumbrar una o dos crías (corcinos). Estos pequeños recién nacidos son capaces de andar a las dos o tres horas de nacer.
El corzo es un animal de hábitos crepusculares. Durante el día permanecen en el interior de los bosques, descansando o rumiando, y a la caída de la tarde o al amanecer, salen a los claros a alimentarse y a correr. Su dieta es variada: hierba, hongos, hojas, brotes tiernos de árboles e incluso agujas de pino durante los meses de primavera.
Sus depredadores naturales son el lobo y, en menor medida, el águila real. Recientes estudios realizados en la Sierra de Guadarrama indican que el lobo en la zona se alimenta en un 80 % de ungulados salvajes entre los cuales el corzo es uno de los platos principales.

Corzo.

Las hembras son capaces de quedar fecundadas, pero no iniciar el proceso de gestación, quedando la nueva vida en estado durmiente durante varios meses. Este proceso se conoce como diapausa embrionaria. El desarrollo embrionario se mantiene detenido durante un período de tiempo, lo que retrasa la implantación del embrión en el útero. Este fenómeno permite que los nacimientos coincidan con la estación favorable, la de mayor disponibilidad de alimento en primavera, aumentando las posibilidades de supervivencia de las crías.
El majestuoso ciervo:
El mamífero de gran talla más perseguido por el hombre a nivel mundial. En la Comunidad de Madrid, podemos verlo en libertad principalmente en dos zonas, el Monte del Pardo y la Sierra de Guadarrama. En nuestra comarca podemos encontrarlo ocasionalmente en el bosque de la Herrería, Cuelgamuros y el Puerto de Malagón.
Se trata de un ungulado de costumbres sociales. Tiende a formar dos tipos de grupos. Por un lado, hembras con sus crías y por otro lado, los machos mayores de 3 años. Estos grupos no tienen relación durante la mayor parte del año. Los grupos de hembras suelen estar liderados por un ejemplar reconocible por su actitud siempre nerviosa (incluso cuándo las demás están tranquilas) ya que vigila constantemente la manada y se mantiene alerta para detectar cualquier peligro.

Ciervo.

Los grupos de machos no están cohesionados, el jefe de la manada es simplemente el más fuerte y no emite señal alguna de aviso al resto.
El celo del ciervo tiene lugar a finales del verano, principios del otoño. En este momento los machos invaden los territorios de las hembras y cada uno se hace dueño de un trozo donde trata de retener al mayor número de hembras, cuya propiedad anuncia a los cuatro vientos a través de sonoros bramidos.
El celo suele dejar agotados a los impetuosos machos. Supone un gran esfuerzo y consumo de energía; apenas se preocupan de comer y además pasan el día peleando por el territorio. Los que se dan por vencidos son relevados por machos más fuertes o que llegan más frescos al territorio que son los que terminan apareándose.
Cada año pierden y regeneran su majestuosa cornamenta. La composición de esta cuerna es muy similar a la de los huesos, una masa de fósforo y calcio. Para que su cuerpo pueda generar este material, es preciso ingerir mucha cantidad de alimento. Algunos estudios indican que aparte de este aporte, el crecimiento también responde a motivos hormonales. Se ha demostrado que ciervos castrados presentaban anomalías en la muda o directamente ni siquiera mudaban. La caída de la cuerna supone un suplemento mineral para gran cantidad de animales del entorno por lo que no debe retirarse del lugar en el que se encuentre, aunque resulte tentador llevarse a casa un recuerdo de tan imponente animal.
Su predador por excelencia es el lobo, aunque en los primeros días de vida pueden ser depredados por otros carnívoros más pequeños ya que se encuentra en un estado de total indefensión. Durante los 5 primeros días no son capaces de andar y seguir a la madre, lo que hace el cervatillo sea un bocado apetecible para zorros (se han encontrado multitud de huesos de cervatillo en madrigueras de zorro) e incluso linces ibéricos.
Y hasta aquí estas notas de campo sobre los cérvidos de nuestra zona. Nos hemos dejado en el tintero multitud de datos y curiosidades sobre estas especies, así que os animamos a leer, investigar, ver documentales y salir al campo para observarlos en su hábitat (la berrea puede ser una buena oportunidad)… Aún nos queda mucho que hablar sobre ungulados pero tendrá que ser en próximas entregas de “notas de campo”. Nos despedimos hasta el próximo mes.

Verdemorillo es una asociación ecologista vecinal que actúa para preservar la biodiversidad de la comarca de Valdemorillo desde tres frentes: la divulgación, la denuncia y la realización de proyectos de conservación. Si deseas saber más sobre este u otros temas entra en www.verdemorillo.org

Textos: José Ángel de la Banda. Educador Ambiental y presidente de Verdemorillo.
Fotos: Chema Iniesta. Educador Ambiental y miembro de Verdemorillo.

Dejar un comentario

Para poder enviar este comentario debes demostrar que eres humano, completa la suma * Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.

"EDICIÓN IMPRESA">EDICION IMPRESA

 

 

PRÓXIMA

 

EDICIÓN IMPRESA

 

29 de SEPTIEMBRE

    Chollocolchon   Chollocolchon

 

A21 SIERRA OESTE

 

 

septiembre 2025
L M X J V S D
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
2930  
Verificado por MonsterInsights