Este biólogo, especializado en el estudio y manejo de este mamífero, el futuro del lobo en Madrid es esperanzador. Los ejemplares madrileños serán quienes emprendan la “reconquista” de la especie hacia nuevos territorios de Castilla-La Mancha y Extremadura.
Está convencido de ello, a pesar de que la exactitud en las cifras sobre la población actual de lobos en la Comunidad de Madrid continúa siendo, en su opinión, una incógnita: “los datos que la administración y los científicos manejamos son tan solo estimaciones sobre su población real y no contamos aún con informes suficientes para determinar que esta llegue a ser viable. El lobo ibérico, el cánido social más grande de la península, es una especie generalista y oportunista, y su reciente regreso a Madrid hay que tomarlo con cautela pues, aunque bien es cierto que ya lleva varios años consecutivos reproduciéndose en tierras madrileñas, su número no ha variado en demasía. La pérdida de ejemplares por causas naturales y no naturales (caza ilegal y atropellos), ha ocasionado que su población no sea tan alta como se podía prever o, lo que es lo mismo, que los grupos familiares no han aumentado en número de individuos como sería deseable. Te voy a dar un dato como ejemplo: de las distintas poblaciones que viven en la península, la madrileña es de las que tiene los menores tamaños de grupo”, me señala el propio José durante nuestra entrevista en la última jornada de sensibilización y divulgación del lobo ibérico, celebrada en Navalagamella el pasado sábado 21 de diciembre y organizada por el espacio de educación ambiental Sendero Vivo, en colaboración con el ayuntamiento de este municipio.
Sierra Oeste, territorio hostil
En cuanto a la recolonización de territorios en la Sierra Oeste madrileña, los lobos llevan tiempo intentando asentarse aquí, pero la situación no es demasiado propicia y parece que les está costando más de los esperado. Actualmente la principal población lobuna de esta zona ocupa un territorio que va desde la A-6 hasta Santa María de la Alameda, desde donde tienen conexión con lobos de los territorios limítrofes de Ávila. “Hasta ahora todos los avistamientos realizados se refieren a ejemplares solitarios procedentes muy probablemente de la provincia de Ávila. A pesar de ello, debo reconocer que la situación en el oeste madrileño no parecer ser muy halagüeña: la incipiente animadversión por una parte del sector ganadero, originada a causa de algunos de los ataques a la cabaña ganadera, ha generado un pequeño malestar que, a veces, también se ha transmitido al resto de la sociedad rural de este territorio, motivo por el que el asentamiento de una manada de lobos aquí se está haciendo mucho más complicado. Estos sentimientos, junto con las barreras físicas (como carreteras y otras infraestructuras) impiden que estas poblaciones se puedan asentar con total tranquilidad en la Sierra Oeste”, explica Pepe.
El futuro del lobo en Madrid pasa por la educación ambiental
“¡Quiero ser positivo! Somos muchos los queremos tener lobo en nuestra sierra, comprobar que finalmente su población se asienta y que forma parte de nuestros ecosistemas ocupando el lugar que le corresponde como especie apical. De conseguirse, los lobos madrileños serán quienes emprendan la reconquista de la especie de nuevos territorios hacia el este de la península (Guadalajara y Cuenca) y ayude a impulsar su presencia en la zona oeste (Extremadura). Y para conseguirlo creo que la educación y sensibilización ambiental, las mesas de trabajo, las jornadas como esta en los municipios en torno al lobo, etc., son y serán herramientas fundamentales que nos ayudarán a difundir el conocimiento sobre la especie y la vía para alcanzar la coexistencia pacífica del cánido con la población local y los distintos colectivos en especial, el que más sufre su presencia, la ganadería”.
Pero para José este trabajo no puede ni debe ser realizado por cualquiera, solo por técnicos expertos. “Las labores de información y concienciación no pueden ser gestionadas por personas poco experimentadas, porque pueden llegar a confundir, sino que deben ser desempeñadas por personal cualificado, que conozca bien la biología, ecología y distribución en este territorio del lobo, para poder transmitir dicha información de la manera más objetiva posible, argumentando el porqué de la presencia del lobo en Madrid y explicar por qué ha llegado y por qué se quiere quedar. Esta es la línea de trabajo que desarrollamos desde Signatur, empresa de turismo activo de naturaleza, concienciando a través de nuestros cursos de formación y talleres de rastreo de lobo sobre la especie, dedicados a grupos de escolares y familias interesadas en conocer la situación del lobo ibérico en la Comunidad de Madrid”.