
Han rondado entre los 500 y 800 mm.
El año hidrológico que comenzó el 1 de octubre de 2023 y terminó el 30 de septiembre de 2024 ha sido, en cuanto a precipitaciones, normal en nuestra comarca. Estas han rondado entre los 500 y 800 mm, con la zona del valle del Tiétar ligeramente más húmeda que el Alberche como es lo normal.
Haciendo un poco de memoria, antes de comenzar el año hidrológico nuestra zona recibió el impacto de una DANA en forma de fuertes inundaciones, con la trágica muerte de varias personas y numerosos daños en vivienda e infraestructuras en Aldea del Fresno y Villa del Prado, entre otras localidades. Posteriormente, las lluvias llegaron de forma moderada pero continuada durante los meses de octubre y noviembre, disminuyendo en diciembre. Los meses de enero y febrero fueron en general secos con algunas lluvias y nevadas episódicas, aunque las lluvias volvieron de forma más generosa en primavera e incluso continuaron durante el mes de junio de forma intermitente. A diferencia de años anteriores, mayo y junio tuvieron temperaturas menos cálidas. Salvo por alguna tormenta aislada, julio y agosto fueron bastante secos. Las tormentas de septiembre fueron, en algunos casos, torrenciales.
La forma predominante de la llegada de las precipitaciones fue a través de flujos atmosféricos del sur/suroeste, lo que favorece la acumulación de precipitaciones en la cara sur del Sistema Central. Esto también lleva a escasas precipitaciones en forma de nieve ya que las temperaturas tienden a mantenerse por encima de lo necesario para que nieve. Solo a finales de febrero y principios de marzo, hubo alguna entrada de masas de aire más frías que permitió alguna nevada que apenas duraron en el suelo unos pocos días en zonas por encima de los 1.200 metros.
Por tercer año consecutivo, nuestra zona se encuentra fuera de una situación de sequía meteorológica. El Índice de Precipitación Estandarizado (SPI, en inglés) se encuentra entre los valores –0,5 y +0,5. Como se observa en los mapas, estos datos están bastante alejados de los valores de la zona mediterránea donde la situación es muy preocupante, dado que se suman ya varios años de sequedad extrema.
¿Qué nos espera durante los próximos meses? Teniendo en cuenta que las predicciones a medio y largo plazo siempre van acompañadas de incertidumbre, los mapas del Centro Europeo para la Predicción a Medio Plazo (ECMWF, siglas en inglés) muestran para el mes de noviembre, una sucesión de anticiclones y bajas presiones, lo que dará lugar a una alternancia de lluvias y periodos secos. Quizás diciembre se divida en dos partes, una primera con algunas precipitaciones y un final de año más seco, aunque no demasiado frío. Menos optimista es la previsión de cara a los meses de enero y febrero, probablemente secos y más cálidos de los habitual para la época. A medida que pasan los meses, la incertidumbre se incrementa. Sin embargo, hay algunas señales de que el frío podría manifestarse de forma más intensa en el mes de febrero, con la zona este peninsular más favorecida por el tiempo inestable y algunas nevadas, quizás en cotas bajas.
A pesar de haber estado situados en una zona confortable en cuanto a reservas, las políticas de ahorro en el consumo deben continuar en la mente de todos los ciudadanos y los gobiernos de turno. Si, finalmente, este inverno no llueve demasiado y la primavera viniera seca, llegaríamos al verano con una situación menos favorable que durante el año 2023.
Mario Cuellar.