Como cada año Colmenar del Arroyo ha celebrado la Festividad de San Vicente. La noche del jueves, 21 de enero, los colmenareños quemaron tomillos y retamas, rememorando los tiempos de la peste cuando lo hacían para aliviar el hedor que se había adueñado de las calles y, según cuenta la leyenda, decidieron pegar fuego a casas y enseres para trasladarse más abajo, “al otro lado del arroyo, donde construirían un nuevo pueblo, donde poder vivir, lejos de la enfermedad”.
A la mañana siguiente se celebró una misa en honor a San Vicente tras la que los alumnos de la Escuela de Danza interpretaron bailes tradicionales para después salir en procesión hasta el punto más alto del pueblo, el Cerrillo, donde recibieron la bendición del Santo y la limonada, ofrecida por el Ayuntamiento.
Por la tarde las mujeres se juntaron a las seis a tomar un reconfortante chocolate y después, a las 8 y media de la noche, disfrutar del espectáculo musical en honor a Nino Bravo con el que culminó este día tan especial para todos los colmenareños.
La fiesta continuó hasta el sábado con hinchables y karaoke en el Centro Polifuncional. FOTOS: Ayto. Colmenar del Arroyo.