¿Será el paisaje, el viento, el agua… será la tranquilidad en la vida cotidiana… o será, tal vez, la proximidad lejana de la gran urbe madrileña…? El caso es que varios creadores han encontrado en Pelayos el ambiente ideal para dar rienda suelta a su imaginación y concretado con su trabajo productos de calidad que ofrecen a sus vecinos. Contemos este mes algunos ejemplos
En el número de agosto de esta revista ya se hizo reseña de la iniciativa desarrollada por JESÚS REOLID, nuestro lutier de cabecera. Junto con otros 5 colegas nos mostraron la fase final de la re-creación en madera de 5 instrumentos musicales de cuerda tallados en piedra que salió a la luz tras la restauración del pórtico policromado de la colegiata de Toro (Zamora).
Esto lo puede hacer Jesús porque se dedica a construir y reparar instrumentos musicales antiguos, desde una zampoña a una guitarra, pasando por rabeles, mandolinas o tiples. La calidad de su trabajo le supone tener una cartera de clientes por Europa y América. Músicos profesionales, coleccionistas incluso afamadas orquestas acuden a él para satisfacer sus necesidades.
Pasar unos ratos en su taller (ubicado en la falda de La Fuenfría) es sumergirse en un ambiente donde la maquinaria de precisión se funde con la destreza, habilidad y paciencia artesana de Jesús para dar vida a instrumentos que después nos permiten deleitarnos con piezas musicales compuestas desde el S. XII.
Muy cerca de Jesús vive otro artista, el músico CARLOS BECEIRO cofundador con Quique Almendros del grupo musical la Musgaña. Carlos y la Musgaña se pasean por toda España difundiendo música tradicional de Castilla, pero enriqueciéndola con influencias atlánticas y mediterráneas, todo ello aderezado con arreglos y ritmos actualizados. Utilizan instrumentos populares como las gaitas sanabresa y charra, flauta de tres agujeros, tamboril, zanfona, rabel, dulzaina, etc. fusionados con gran maestría con instrumentos modernos como el bajo eléctrico, guitarra acústica, clarinete, saxo, etc.
Podemos disfrutar de este interesante trabajo escuchando los 10 discos que ya ha editado la Musgaña o degustar sus actuaciones en directo. Como la que Carlos Beceiro y su compañera Renée Bosch hicieron este verano en el ciclo de conciertos del monasterio de Pelayos.
Remoloneando en la tumbona de tu terraza una tarde de este cálido otoño, por ejemplo, nada mejor para sentirse a la vez a gusto e intrigado, incluso asustado, que leer uno de los libros de la escritora ÚRSULA LLANOS. Cuando se jubiló, se convirtió en pelayera de adopción. Entre otras razones porque aquí en Pelayos fue donde pudo encontrar el tiempo y el ambiente para desarrollar su vocación de escritora.
En 2011 las brumas del embalse le inspiraron su primera obra “La casona del pantano” y desde entonces no ha parado: lleva ya más de una docena de novelas de intriga, terror o misterio Su última obra “Los fantasmas de la abadía” es una novela que además de responder a los cánones más exigentes de las novelas de misterio, inicia la acción con un cadáver encontrado en el mismísimo refectorio del monasterio y se continua por todo el paisaje de Pelayos, pueblo, pantano, urbanizaciones… Una delicia, especialmente para los que vivimos o conocemos la zona.
Otro artista que también encuentra inspiración en Pelayos es el pintor ENRIQUE LÓPEZ SARDÓN. Joyero de profesión. En este ambiente le picó el gusanillo del arte y se inicia en la pintura cursando estudios de Arte y Oficios bajo la tutela de Don Eduardo Chicharro continuando su formación autodidacta como pintor.
Desde hace tiempo y sobre todo desde su jubilación, el ambiente de Pelayos le facilita la creación de cuadros neorrealistas que ha expuesto en Madrid, Cebreros, San Martín de Valdeiglesias, Boadilla del Monte y por supuesto, en el centro de la tercera edad de Pelayos. Sus pinceles alumbran paisajes, calles, ambientes, tauromaquia, personas… Últimamente está trabajando en una serie sobre lugares de Pelayos y especialmente de rincones del monasterio. Esperemos que pronto pueda ofrecernos otra vez una exposición de su obra.
Además de cultivar el espíritu, en Pelayos tenemos creadores que también cultivan el cuerpo. Uno de ellos es otro pelayero de adopción el abogado y viticultor FERNADO CORNEJO. Potenciando las excelentes cualidades para el cultivo de la vid que tienen los suelos de nuestra comarca, Fernando, junto con el ingeniero agrónomo y enólogo Fernando García, han puesto en marcha la bodega Marañones.
Con clara vocación ecológica, ponen especial esmero en las tareas de cultivo del viñedo aplicando técnicas más adecuadas para el equilibrio y protección del medio ambiente. Igualmente se esmeran en aplicar profesionalidad y vocación en la elaboración de los vinos evitando manipulaciones o adulterantes y aplicando las técnicas más adecuadas para que sus caldos tengan la mayor calidad como producto natural.  Y si visitas sus modernas instalaciones además de degustar sus caldos, te darán cumplida explicación de todo el proceso.

Malick.