- Campaña promovida por Ecoembes.
Las Concejalías de Medio Ambiente y Educación del Ayuntamiento de El Escorial han puesto en marcha una campaña conjunta con Ecoembes para promover en los centros educativos municipales la gestión y separación de los residuos en origen para su debido reciclaje y recuperación.
Esta campaña consiste en el reparto y colocación de 76 papeleras, principalmente en las aulas de los centros de la localidad que disponen de bandera verde (Felipe II, Gredos San Diego e I.E.S. El Escorial) así como en el colegio infantil Padre Gerardo Gil. La mitad de estas papeleras (38) son amarillas para depositar en ellas los envases ligeros (plásticos, latas, briks, etc…) y la otra mitad azules para el depósito de papel y cartón.
El principal objetivo que se persigue desde las concejalías y los propios centros colaboradores es poder implantar la recogida selectiva en otros lugares fuera del hogar, para dar ejemplo y educar en este hábito a los ciudadanos, en este caso sobre todo a los más jóvenes, y que el esfuerzo que se pide a los vecinos para separar los residuos se realice en todos los ámbitos de nuestra vida, tanto en el propio domicilio como fuera del mismo. “Una buena gestión a la hora de separar siempre redunda en una mejora del reciclado y valorización de los residuos así como en la sostenibilidad del medio natural” recuerda Ignacio Belaunde, concejal de Medio Ambiente.
“Agradecemos enormemente la estupenda acogida que ha tenido esta iniciativa en los centros educativos y creemos que integrar el gesto del reciclaje en la vida escolar, donde los niños pasan gran parte del día, ayudará mucho en su educación y sensibilización medioambiental”, concluye Soledad del Valle, concejal de Educación.
LA PRIMERA EXCURSIÓN QUE HICIMOS EN LA ESCUELA
Desde nuestra escuela fuimos
muy contentos de excursión
y tanto fue lo que vimos
que años fue de evocación.
Salimos muy de mañana
en autocar de epopeya,
viendo desde la ventana
como un friso de Pompeya.
Las labores naturales
propias de los campesinos,
el cuidar de los parrales
que producen buenos vinos.
Un trabajo conocido
y en nosotros no infrecuentes
pues los hemos ejercido
desde que nos salen dientes.
Fue nuestra primer parada
en los toros de Guisando,
buen comienzo de jornada
y aguardar lo por llegando.
El maestro muy pausado
nos fue contando una historia,
todo muy bien sonsacado
del libro de su memoria.
Habló de un acuerdo o pacto
celebrado entre unos reyes,
y solemnidad de un acto
patentado en unas leyes.
Con la lección aprendida
por el que quiso aprenderla,
reanudamos partida
con la intención de leerla.
Llegamos al Escorial
y entramos al Monasterio
siendo sus salas caudal
de belleza y de misterio.
Recorrimos aposentos
mirando las armaduras,
muchachos de Cenicientos
con asombro de criaturas.
Y nuevamente el maestro
dijo que los caballeros
ocultaban el espectro
de cuando fueron guerreros.
Que don Felipe segundo
vagaba por las estancias
imperando sobre el mundo
con cara de circunstancias.
Que construyó el edificio
al ganar una batalla,
con el mayor artificio
que en todo el orbe se halla.
Y al decaer el Imperio,
donde el sol no se extinguía,
el Caudillo también serio
a la patria engrandecía.
Y nos fuimos a ver su obra
poco hacía inaugurada,
que gran importancia cobra
en la España actualizada.
El maestro nos dio el nombre:
el Valle de los Caídos
obra dijo, de un gran hombre
que nos tiene guarnecidos.
Ascendimos escaleras
de una cumbre de montaña,
descubriendo unas laderas
con muchas telas de arañas.
Ya en la ciclópea cruz
vimos los Evangelistas
donde se posaba luz
propagada por artistas.
A la imponente basílica
la recorrimos entera,
y leían una Encíclica
y el maestro explicó que era.
De nuevo en el autocar
directamente a Madrid,
viendo pueblos al pasar
y sobre Babieca el Cid.
Vimos la Plaza de Oriente
frente al Palacio Real
y ocultándonos de gente
aportamos el caudal.
De las bolsas cinco duros
fuimos todos aportando
y en unos puestos oscuros
en golosinas gastando.
El día fue memorable:
cuanto vimos y aprendimos,
lo vivido inolvidable
todo cuanto recorrimos.
Supimos geografía
y algo de historia de España,
y hasta una fotografía
nos dieron de una cabaña.
Y poseídos por fiebres
cantamos cosas muy finas,
“¡por el mar corren las liebres
por el monte las sardinas!”.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho