El Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de El Tiemblo se puso a trabajar desde el primer minuto en que se declaró extinguido el incendio que arrasó alrededor de 800 hectáreas muy cerca de la Reserva Natural del Valle de Iruelas.

El fuego que mantuvo en vilo a El Tiemblo y a la localidad vecina de Cebreros quemó una extensión de alrededor de 800 hectáreas afectando bosque bajo, enebro y arbusto, 112 hectáreas de cultivo agrícola, zona de pasto y principalmente viñedo incluido dentro de la DOP Cebreros. Las llamas han arrasado un perímetro de 28 kilómetros de gran riqueza natural, económica y ecológica y la prioridad ahora, dicen desde el ayuntamiento, es tener preparado cuanto antes el informe de daños y necesidades de cara a la “declaración de zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil” que el Gobierno ha aprobado en el Consejo de Ministros del 24 de agosto. Pero no sólo eso, dice la alcaldesa, sino que “también estamos elaborando una hoja de ruta para la repoblación de la zona con especies autóctonas, de manera que el ecosistema se recupere lo antes posible, siempre con el asesoramiento de técnicos en la materia”, apunta.
En su intervención ante el presidente del Gobierno el día 22 de agosto, la alcaldesa, Henar González, quiso destacar que el incendio “se produjo en una ladera que vuelca sus aguas a la cuenca del Alberche, donde están situados dos embalses, Burguillo y Charco del Cura que dan de beber a las dos localidades afectadas El Tiemblo y Cebreros”, por ello insistió en que “al estar próxima la época de lluvias el riesgo de contaminación del agua es muy real” , por ello exigió a Pedro Sanchez “acometer, como necesidad urgente, la construcción de muros de contención de cenizas en las zonas de vaguada” así como dotar de “ayudas tan necesarias a agricultores y ganaderos” además de repoblar la zona afectada. Lamentó igualmente que “tras hacer unas primeras valoraciones de los daños se ha podido comprobar que además del impacto ecológico a flora y fauna la mayor pérdida son los cultivos de viñedo, algunos de ellos centenarios” lo que supone una elevada pérdida económica para la zona.
También quiso, ante el jefe del Ejecutivo y demás autoridades presentes, reivindicar, dado que los riesgos de incendio aumentan año tras año, “que se trabaje de manera efectiva en la protección de nuestro patrimonio natural”. “Los incendios hay que prevenirlos en invierno con limpieza de montes, entresacas y creación y mantenimiento de cortafuegos” argumentó la edil.

Henar González reiteró su agradecimiento a todos los servicios de emergencia que colaboraron en la extinción: a la Junta de Castilla y León, a la Comunidad de Madrid, al Ministerio para la Transición Ecológica y a la Diputación Provincial, así como a las fuerzas y cuerpos de seguridad. También a los miembros de Protección Civil, a los bomberos voluntarios de El Tiemblo, a la UME, a voluntarios llegados desde otros municipios de la provincia, a las patrullas Romeo, a las BRIF, a Cruz Roja y al 112, también a los periodistas que cubrieron la información y a todos los trabajadores del Ayuntamiento de El Tiemblo.
En particular se ha referido a la labor de los voluntarios de prepararon la comida para las patrullas, en total se distribuyeron 500 bocadillos, 100 sandwiches, 70 kg de fruta, 800 botellas de agua y 120 de leche. El hipermercado JOALTE de la localidad se volcó ante la situación y mantuvo a sus trabajadores hasta la media noche preparando lo necesario para que no les faltara nada a los que luchaban contra las llamas.
Con la mirada puesta en buscar soluciones lo antes posible, el Ayuntamiento liderado por Henar González, se concentra ahora en el reto de los próximos meses y que según los expertos serían los siguientes : frenar la degradación del suelo y reducir las pérdidas de suelo y cenizas por erosión; favorecer la rápida recuperación de las áreas quemadas; evitar los daños indirectos de los fuegos sobre las zonas no quemadas, especialmente los cursos y masas de agua, no afectar a las zonas periféricas no quemadas, que actuarán de reservorio para la biodiversidad desde donde se producirá la recolonización de las zonas quemadas por la flora y la fauna.
“Lo que se hace en este primer momento es planificar el trabajo, se trata de evaluar la situación del terreno quemado, para decidir si es necesario o no intervenir y priorizar las zonas de actuación” señala la alcaldesa.
Según los datos con los que cuenta el consistorio, la prioridad es mayor en las zonas en que el fuego afectó más intensamente al suelo, también en las zonas de pendiente y/o próximas a ríos/arroyos o captaciones de agua para abastecimiento y en las zonas de riesgo grave de erosión (alta severidad del fuego y fuerte pendiente), puede ser recomendable adoptar medidas de protección del suelo, entre las que las más eficaces la siembra de vegetación idónea con semillas de especies silvestres autóctonas o el uso de paja de origen lo más próximo posible.
Henar González espera que las Administraciones sean ágiles a la hora de potenciar la recuperación de la zona y se trabaja además en la elaboración de un directorio para poder agilizar los permisos tanto de terrenos públicos como de particulares para comenzar cuanto antes las labores de recuperación del suelo.