Un festival que dará mucho que hablar.
Puede que haya propuestas tan aparentemente locas y poco viables como la de montar un festival de música en un pequeño municipio en plena pandemia mundial y con el mundo cultural pendiente de un hilo, y sin embargo tres sellos discográficos independientes madrileños se pusieron de acuerdo para poner en marcha la primera edición del Festival Brillante y decidieron que el mejor lugar para albergarlo podría ser Chapinería, una localidad a unos 45 minutos de Madrid, ubicada en una zona ZEPA y con mucha vida cultural y social, pero poca o ninguna experiencia en la celebración de un gran festival entre sus calles.
Y no solo lo han puesto en marcha, sino que además lo han hecho bien, muy bien. Más de 30 grupos y artistas, entre los que se encontraban grupos y artistas consagrados como Los Planetas, Soleá Morente, Mujeres o Ed Maverick y otros menos conocidos, pero no por ello de menor calidad, como MILC o Las Dianas, un grupo granadino muy fresco que ya ha visitado Chapinería en otras ocasiones.
La lluvia y las tormentas estuvieron a punto de aguar la fiesta en la jornada inaugural, pero la agilidad de la organización permitió que con unos ligeros cambios y retrasos nada fuese demasiado grave.
El Festival Brillante puso un gran empeño no solo en la organización, que hemos podido comprobar que es de las que se toman en serio tanto en el aspecto de limpieza, como en el de seguridad, logística, atención al público y técnica de sonido, sino que además se ha esforzado en convertirse en un evento cómodo, en la medida de sus posibilidades, para todos los vecinos de Chapinería. Se ha involucrado a productores locales para el montaje de un mercadillo y se ha contratado a personal de la localidad o municipios colindantes para algunas funciones. Además, la inclusión de uno de los escenarios en la Plaza del Ayuntamiento ha permitido que los hosteleros locales se puedan aprovechar de la llegada de todos los asistentes al festival. Muchas de las terrazas estaban repletas de personas de todas las edades.
Ese es otro de los puntos fuertes de este festival, la presencia en Chapinería de un público de todas las edades. Se han podido ver familias completas con niños pequeños, jóvenes con ganas de mucha fiesta y personas de mayor edad, disfrutando de la música, del buen ambiente y de la ruralidad de Chapinería. Brillante ha sido un festival diurno, no ha habido conciertos más allá de las 24 horas, lo que ha propiciado que el ambiente festivo no haya sido excesivo y no se haya desmadrado durante la noche.
El Centro de Educación Ambiental El Águila tampoco quiso perderse la fiesta y ha colaborado con el festival con unas actividades especiales en las que se mezclaba la música con la naturaleza y desde la organización se ha contribuido a que los visitantes de Brillante aprovechasen su viaje a la Comarca para conocer algunas de las ofertas culturales y naturales del entorno. Y es que la celebración y el éxito de Brillante puede suponer, no solo la celebración de próximas ediciones, sino además que la Sierra Oeste de Madrid en general y Chapinería en particular se conviertan en lugares mágicos y repletos de buenos recuerdos para cientos de personas que, con suerte, volverán en otras fechas a disfrutar de todo lo que se puede ofrecer desde nuestros municipios.
Brillante ha sido un éxito. Cualquiera de los tres escenarios ha contado con un ambiente de auténtico lujo del que han podido disfrutar vecinos y visitantes. El escenario Plaza ha sido el más repartido de todos, puesto que podía disfrutarse incluso sin haber adquirido las entradas. El escenario Palacio el más recogido, con un aforo limitado a 100 personas y el patio del Palacio de la Sagra convertido una vez más en uno de los rincones con más cultura de toda la Sierra Oeste. Y finalmente el espectacular escenario Mirador, ubicado en el aparcamiento del colegio y rodeado de foodtracks y casetas en las que se ofertaba comida y bebida para todos los gustos; este ha sido el escenario más multitudinario y en el que se han ofrecido los conciertos más potentes de todo el festival. Cualquiera de los tres ha estado regido bajo un protocolo COVID muy bien explicado y muy sencillo de seguir.
Sin duda, un festival que ha cuidado todos los detalles para que en esta ocasión esta “locura” solo haya sido la primera de muchas otras que están por venir.
Javier Fernández Jiménez.