- “Queremos que sea un punto de partida para promover el consumo local y la lucha contra el cambio climático”, resalta el Equipo de Sierra Oeste Agroecológica.
El pasado lunes 2 de diciembre tuvo lugar este primer encuentro bajo los objetivos de fortalecer al sector productivo, dinamizar el consumo de productos locales en el turismo y sensibilizar a la población local sobre los productos de la comarca.
Gracias al apoyo del IMIDRA (Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario) a través del Programa de Desarrollo Rural de la Comunidad de Madrid (2014-2020) y la colaboración de la Fundación Carasso, el Centro de Educación Ambiental El Águila y la Fundación Castillo de la Coracera fue posible organizar este encuentro desde Sierra Oeste Agroecológica.
Con más de una veintena de participantes se pudo contar con representantes de la administración pública madrileña, tanto del IMIDRA como de la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad, representantes de Entidades Locales de municipios de la Sierra Oeste junto con la Asociación de Desarrollo Integral (ADI) Sierra Oeste, representantes del sector productivo hortícola y ganadero, de las bodegas de la comarca y del sector de la transformación (quesos, pan, caracoles), representantes de los medios de comunicación más relevantes, restauradores (Mesón la Ronda en Cadalso de los Vidrios, Hacienda la Coracera de San Martín de Valdeiglesias), propietarios de alojamientos rurales de la comarca y la Asociación Tesoros de turismo sostenible de la Sierra Oeste.
Las ponencias de apertura del encuentro permitieron tratar la importancia de poner en valor el producto local, para dar lugar a un debate sobre sus potencialidades ambientales, sociales y culturales que tiene la Red Natura 2000 a la par que las dificultades de la producción y el turismo local.
Posteriormente, en el patio de armas del Castillo de la Coracera se dio la oportunidad de tejer redes y crear sinergias que puedan fortalecer los negocios productivos o de restauración a través del conocimiento mutuo.
Para concluir la jornada se realizó una degustación guiada de productos locales: carne de Vaca Negra (Cenicientos), pan de Panesthesia (Pelayos de la Presa) y el Árbol del Pan (Fresnedillas de la Oliva), legumbres de la Garbancera Madrileña, quesos de La Cabezuela (Fresnedillas de la Oliva), aceite de la Almazara de Villa del Prado, verduras de invierno de Huerta Clarita (Villa del Prado) y Cenicientos, caracoles de Cadalso de los Vidrios, vinos de Las Moradas de San Martín, Finca las Mariscalas, Ca’ di Mat, Luis Saavedra y Marañones.
Vero Hernández-Jiménez.
Los CCC, el futuro de nuestra comarca
Al hilo del I Encuentro entre los productores y restauradores de la Sierra Oeste celebrado el pasado 2 de diciembre en San Martín de Valdeiglesias, podemos constatar que nuestra comarca es un territorio vivo y dinámico con una gran capacidad de aprendizaje y supervivencia.
Nos encontramos en un territorio en el que además de producir muy buenos vinos, una de nuestras señas de identidad, encontramos buenos aceites de oliva, carnes, verduras, mieles, productos lácteos, frutas, y frutos secos, entre otros productos. Sin embargo son pocos los conocidos, no ya fuera de la comarca sino por nosotros mismos.
La Sierra Oeste es un territorio con grandes recursos medioambientales, agrarios, paisajísticos y turísticos vinculados principalmente a la agricultura y a la ganadería. Por este motivo es imprescindible dar a conocer nuestros productos y utilizarlos como estrategia para la dinamización de la comarca favoreciendo así la creación de empleo, la fijación de la población, el aumento del turismo y la puesta en valor de nuestra identidad territorial. Para esto es necesario la participación de todos en la búsqueda de un mismo fin: EL DESARROLLO RURAL.
Podríamos continuar por la misma senda que nos está conduciendo inequívocamente a un futuro con pocas expectativas, sobre todo en los municipios más pequeños en los que se aprecian signos de despoblación: incremento de las viviendas en venta o alquiler, casas en ruinas, población envejecida y altas tasas de desempleo. O podemos cambiar de dirección poniendo en valor nuestro patrimonio cultural y nuestra identidad territorial, utilizando la agroecología como motor de este cambio y situando nuestra comarca a la vanguardia de la lucha contra la despoblación y el cambio climático.
La agroecología es sinónimo de crear redes socioeconómicas entre los distintos actores del territorio; de fortalecer el mercado local; de desarrollar circuitos cortos de comercialización (CCC); del turismo medioambiental de calidad; de la recuperación de tierras abandonadas y el aprovechamiento comunitario de las mismas; de la rehabilitación de infraestructuras agropecuarias abandonadas; de aprender nuevas técnicas agrícolas; de la utilización sostenible del agua y el uso de energías limpias; de la economía circular, el reciclaje y el compostaje. En definitiva de la defensa de nuestro territorio y de sus medidas de protección, gracias a las cuales vivimos en un enclave privilegiado.
Todo esto genera una relación de confianza ente el productor y el consumidor, en la que este último puede conocer el origen y el trato de los alimentos.
Las cooperativas juegan un papel muy importante. La mejora continua de la calidad de sus productos y de la comercialización empoderaría al pequeño agricultor cooperativista y favorecería que la tierra abandonada volviera a producir.
También es cierto que hoy en día, y gracias a las comunicaciones y el transporte, podemos consumir productos de todas las partes del mundo, y eso es un adelanto. Pero es cierto, también, que no conocemos ni sabemos el trato dispensado a dichos productos, y especialmente los alimenticios.
Los más críticos a estas medidas dicen que el precio de la compra con productos del centro comercial es más barato que los productos locales, pero eso no tiene por qué ser así. Cuando hablamos de CCC hablamos de “no intermediarios” o solo uno, por lo tanto al mismo precio que en el centro comercial el agricultor cobra íntegramente su producto. En cambio el beneficio que se lleva el agricultor de su producto vendido en el centro comercial no suele superar un 10% del precio final.
Por ello tenemos dos modelos totalmente opuestos pero no enfrentados, sino compatibles. Tenemos la opción de seguir utilizando únicamente el modelo continuista que nos lleva a la decadencia del territorio, en donde solo sobrevivirán los más fuertes, aumentarían las tasas de desempleo y la despoblación, o ser valientes, coger al toro por los cuernos, y consumir, también producto local, y así entre todos luchar por nuestra comarca y por el futuro de nuestros hijos.
Esta hacienda es muy complicada de conseguir y la transformación no se hará a corto, sino a medio y largo plazo, pero si se hace entre todos será más rápido y se obtendrán mayores beneficios para todos. Yo, lo tengo claro y ¿tú?
Luis Jiménez Parro.