Otro ejemplo más del espíritu solidario que demuestran continuamente los vecinos de Navas del Rey son los datos de recaudación de ropa usada en el municipio durante el año 2017, que asciende a 7.892 Kg según ha comunicado Humana Fundación Pueblo para Pueblo. Esta organización se encarga de dar una segunda vida a las prendas que ya no se utilizan mediante sus programas de cooperación local en España, además de los establecidos en África, América Latina y Asia.
Las prendas proceden de los cuatro contenedores situados en la vía pública de Navas del Rey, donde la ciudadanía deposita la ropa, el calzado, los complementos y el textil de hogar que ya no utiliza. El servicio de recogida del textil es gratuito y representa un ahorro importante en los gastos de recogida y eliminación de residuos sólidos urbanos.
Las donaciones representan un aumento del 15,63% respecto al año anterior (6.825 kg), confirmando la fidelidad de la ciudadanía casera tanto en las donaciones voluntarias como en la conciencia de reciclaje, teniendo en cuenta que el textil es la fracción recogida selectivamente con mayor potencial de aprovechamiento por encima del vidrio, el papel o el plástico.
MODAS, ROPAS Y REMIENDOS EN CENICIENTOS
En los años de carencias,
de puntadas y remiendos,
sin dinero ni existencias
en las manos excelencias
se volcaban en atuendos.
Para nuestras medres era
base de su fundamento
que a sus hijos se les viera
ni rotura en la culera
ni en vestir desabrimiento.
Aquellas manos callosas
en todo trabajo duchas
remendaban primorosas
en las tardes ardorosas
las vestiduras coruchas.
Pantalones con zurcidos
de sobrantes de retales
en color muy parecidos,
estaban tan bien cosidos
que parecían tal cuales.
El dedal cubriendo el dedo
y veloces las puntadas
antes que el rezo de un credo
era por meses remedo
de pieles desabrigadas.
Y tenían como lema:
“¡Pobres somos pero limpios!”.
Y sin baldón ni anatema
con aquella estratagema
íbamos más que relimpios.
Pero ahora lo que impera
en el mundo de la moda,
al comenzar primavera,
pantalón y sudadera
verla descosida toda.
Y mujeres elegantes
y muchachas casaderas
como las rosas fragantes
van paseando pimpantes
enseñando posaderas.
Y en nada resulta extraño
si somos amplios de miras
y a nadie le hace daño
sumergirse en este baño
donde nadas y respiras.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho