Éxito total y rotundo el de las XXVII jornadas micológicas de El Tiemblo que tuvieron lugar desde el 10 al 13 de noviembre con una altísima participación. Abrió el viernes el alcalde, Arturo Varas, asumiendo la presentación. Más de 120 participantes, que estuvieron bien atentos a las directrices de los expertos de la Sociedad Micológica Amagredos, capitaneados por su vicepresidente, Rafael Aramendi Sánchez, que estuvo acompañado del tecnólogo de los alimentos Carlos Aramendi Campón y de Federico García de Paredes Moro; también intervino el guía local, Pispo. Después la climatología no ha sido la más adecuada para la recolección de setas, pues están saliendo ahora, debido al retraso de las lluvias, pero aun así se analizaron casi doscientas especies diferentes, que se pudieron estudiar por parte de los asistentes.
Las setas se mostraron la mañana del domingo en una exposición que despertó el interés del público que abarrotaba la Casa de la Cultura.Previamente tuvo lugar un taller de identificación de especie con claves dicotómicas.
Para hacer balance el alcalde quiso destacar que “las jornadas tienen una gran relevancia en la comarca y que El Tiemblo es un pueblo que tiene un auténtico tesoro con la riqueza y variedad de su extenso monte .”
Otras iniciativas municipales
El ayuntamiento ha elaborado un programa de mercados de segunda mano, y de talleres locales y regionales haciendo un mercadillo de objetos usados el domingo 19, que contó con unos 80 puestos. Esta iniciativa muicipal pretende que todos todos los vecinos tembleños puedan de alguna forma vender objetos y enseres que tengan en casa: electrodomésticos, muebles, ropa… Lo benévolo del clima ayudó a que mucho público asistiese al mercadillo. Arturo Varas anunciaba que “esta es la línea que va a seguir este Consistorio: colaborar para que todo el pueblo pueda sentirse arropado por un ayuntamiento que sea activo y con ganas de trabajar por todos nuestros vecinos”.
LOS MÍSCALOS DE CENICIENTOS
Míscalo placer rosado
de exquisito paladar,
extendido en el pinar
buscándote ensimismado.
Eres tesoro anhelado
cuando descubro un rodal
en el paisaje otoñal,
levantando las agujas
en mágicas horas brujas
en el pinar ceniental.
Desde las Peñas te extiendes
bajando hacia el Cornetal;
cual hongo piramidal
te deslizas y desciendes.
Por Pera Pérez asciendes
y ocupas la Pinarilla,
la que es trono y es la silla.
Cabeza del Terremote
escalado siempre al trote
de niños de maravilla.
Subes al Cerro Castaño
reptando por su ladera,
contemplando una reguera
seca y muerta para el baño.
Míscalos de los de antaño,
en bajada por los riscos
que conocieron pedriscos,
entre pinos centenarios
de los coruchos muestrarios
de sus rebaños y apriscos.
Bordeas a Cenicientos
internándote en el Hoyo,
le das arrullo y apoyo
y esporas y sedimentos.
Produces gratos momentos
y eres tierno y delicado,
y delicioso bocado
fugacidad sensorial,
de hongo breve y virginal
nacido en bosque encantado.