HOMENAJE A MARIANO GARCÍA BENITO.
El 18 de mayo se cumplen 5 años de su fallecimiento. Adquirió en 1974 el Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias dedicando parte de su vida y su dinero a intentar parar el expolio y abandono al que estaba sometido desde que fue desamortizado en 1835. En 2003 lo donó gratuitamente al Ayuntamiento.
Como se suele decir, no te das cuenta de lo que tienes realmente hasta que lo pierdes. Como no podía ser de otra manera, su fallecimiento fue una gran pérdida no solo para su familia y amigos, también para el pueblo de Pelayos de la Presa. En representación de los vecinos del municipio, la mayoría de los concejales estuvimos presentes en su capilla ardiente. La importancia y el recuerdo de Don Mariano para Pelayos de la Presa y también para mí, lejos de apagarse ha ido creciendo con el paso del tiempo. Su trabajo, su generosidad y su pasión con el Monasterio han permitido y permitirán que conozcamos su increíble historia y valor arquitectónico.
Hace unos meses, buscando en Internet alguna declaración suya, tuve la suerte de encontrar a unos periodistas que tenían un programa de misterio y que le habían realizado una entrevista en video en el mismo Monasterio. Uno de ellos, Santiago Álvarez, amablemente, me envió dos videos y me di cuenta de que tenía un documento inédito en mis manos. Tras verlos varías veces, llegué a la conclusión de que era Don Mariano en estado puro, emocionado hablando del Monasterio, contando sus experiencias desde que lo adquirió y que además era una aportación fundamental para conocer la importancia que tuvo y tiene el recinto monacal, tanto a nivel histórico como artístico.
Llegado un punto pensé que no me podía quedar el vídeo y que había que publicarlos para que todo el mundo pudiera sentir la misma emoción que yo tuve al volver a escuchar a Don Mariano. Y así lo hice, publicándolos en Youtube. Sin duda, formarán parte de la hemeroteca de la Historia del Monasterio. A raíz de ahí, me puse a investigar sobre las películas en las que el Monasterio fue usado como escenario durante el siglo XX y ya he conseguido recuperar en mi canal de Youtube diez videos en los que aparecen las ruinas cistercienses y además con importantes actores de la época.
En ellas se puede apreciar la evolución de algunos elementos arquitectónicos. Por ejemplo, en “Los que tocan el piano” (1968) con Tony Leblanc, Concha Velasco y “100 Rifles” (1969), protagonizada por Burt Reynolds y Raquel Welch, se podían ver los santos en la fachada de la iglesia y un poco después, en la película “La Noche de Walpurgis” protagonizada por Paul Naschy o “Cannon for Córdoba” con George Peppard, estos habían desaparecido. Hoy, estas figuras están, afortunadamente, de nuevo en el Monasterio.
Mención aparte merece el film “The Blancheville Monster” de 1963, donde se puede observar el claustro casi completo, un pozo en su centro y la capilla mozárabe. Además de la nave de la iglesia y el coro alto casi con su estructura original. Las imágenes más antiguas que he encontrado corresponden al NODO de 1958 con parte de los arcos de la iglesia aún en su lugar.
Esto es sólo un pequeño y humilde homenaje personal a Don Mariano, pero su labor debería ser reconocida principalmente por las instituciones madrileñas en un futuro no muy lejano. Las imágenes de las películas muestran el lamentable estado en el que se encontró el Monasterio cuando lo adquirió. La labor de desescombro, catalogación de piezas y levantamiento de planos sin apoyos públicos debería ser admirada y agradecida por la Comunidad de Madrid.
Mientras tanto, todos podemos aportar un granito de arena para recordarle y cumplir sus sueños: consolidar y rehabilitar el Monasterio, reunir toda la información documental posible relacionada con el mismo, que sea conocido en toda España y poder abrirlo a las visitas de forma regular. Este sería el mejor homenaje para recordar a Don Mariano y celebrar que el camino de su vida se cruzara con el de Pelayos de la Presa y su Monasterio.
Descargar páginas 24 y 25 A21 mayo 2017
HEREDEROS DEL LEGADO CORUCHO
Herederos del legado
viñador en tradición,
tenemos la obligación
de cuidar de lo heredado.
Se nos dejó encomendado
por nuestros antecesores,
y de ellos somos deudores
del cuidado de las viñas,
que otrora fueron campiñas
y el lar de nuestros mayores.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta corucho