El Ayuntamiento de Aldea del Fresno a través de la concejalía de Seguridad, junto con la Universidad de Cantabria (UC) y el Consejo de Seguridad Nuclear, informa de los resultados que se han obtenido referentes al estudio sobre la presencia de gas radón en el municipio.

En febrero de 2014 se iniciaba este estudio a nivel nacional que pretende conformar un mapa en el que se señalen cuales son las zonas en España con más presencia de gas radón. Afortunadamente en Aldea del Fresno la presencia de este gas es mínima por lo que sus ciudadanos pueden estar tranquilos ya que se ha catalogado la zona como A, con lo cual los niveles de registro de este gas son mínimos. Aún así se recomienda, como a todos los hogares españoles, que se ventilen las viviendas a diario sobre todo si se reside en casas en contacto directo con el suelo. Aún así se hace hincapié en tranquilizar a la población porque los valores registrados en Aldea del Fresno no necesitan de ningún modelo de recomendaciones internacionales de medidas de remedio.

Aldea del Fresno ha sido elegida por el equipo de investigadores de la Universidad de Cantabria que dirige el catedrático Luis Santiago Quindós Poncela como uno de los puntos de España susceptible de medición. El procedimiento para medir este gas ha sido muy sencillo, se han colocado en diversas viviendas aldeanas y dependencias municipales unos pequeños botes (de menor tamaño que un paquete de tabaco) ubicados estratégicamente entre 1 y 1`5 metros de suelo. Estos medidores, 15 en total,  han efectuado su función durante 6 meses y después han sido recogidos por los investigadores, que han registrado los datos e informado sobre los resultados obtenidos.

Cabe destacar que este gas es el segundo factor de riesgo para padecer cáncer de pulmón ya que es un elemento radiactivo que genera la tierra de manera natural por si misma y que se acumula en los hogares. El gas radón siempre ha existido en la naturaleza pero se desconocía en gran medida las consecuencias que puede acarrear en el ser humano. Normalmente la presencia en las viviendas se debe a las filtraciones a través de tuberías, fisuras, canalizaciones eléctricas o dependiendo de la porosidad del terreno, por ello las construcciones que están en contacto directo con el suelo acumulan en mayor medida este gas. El consejo más extendido por los investigadores es ventilar con mucha frecuencia los domicilios para que no se produzca una concentración alta de este gas, que ya es responsable del 14% de las muertes por cáncer de pulmón según la Organización Mundial de la Salud (OMS).