El ayuntamiento de Colmenarejo rescata la tradición de los festivales de jazz de la sierra madrileña con la celebración de un primer certamen que apunta con acierto a la idea desarrollada desde hace años por el legendario Festival de Getxo, y apuesta por la escena del jazz nacional, un hervidero riquísimo de grupos y solistas que luchan contra corriente por mantener viva la llama del género en una época poco propicia para las músicas más auténticas y desprovistas de intereses comerciales inmediatos.