La Agrupación Folclórica Cultural 31 de diciembre, en colaboración con el ayuntamiento de Villamantilla, organizó el pasado sábado 11 de marzo su décimo primer festival folclórico y de rondallas en honor a su patrona, Santa Perpetua. Los conjuntos invitados al acto fueron el grupo Aires Extremeños de Alcorcón y el Grupo Folclórico Sones de Antaño de Navas del Rey.

Después de once años, en el municipio de Villamantilla no pierden la costumbre y continúan celebrado cada mes de marzo su festival folclórico de bailes regionales y rondallas. La Agrupación Folclórica Cultural 31 de diciembre de Villamantilla fue la anfitriona de un acto que comenzó con un pasacalles desde el centro cultural hasta la plaza del Ayuntamiento. Los dos grupos invitados, Aires Extremeños de Alcorcón y el Grupo Folclórico Sones de Antaño de Navas del Rey, hicieron gala de su arte durante el recorrido bailando y cantando piezas típicas de cada zona.

El acto se desarrolló en la plaza del pueblo, ya que el ayuntamiento la acondicionó con un escenario y sillas para que todo aquel que quisiera pudiera acudir a disfrutar del espectáculo.

El grupo Aires Extremeños de Alcorcón fue el encargado de comenzar la actuación. En su intervención ofrecieron un repertorio variado compuesto por jotas de la zona a la que hace alusión su nombre, una de ellas fue la canción en honor a la Virgen de Guadalupe, patrona de Extremadura.

Después, el grupo Sones de Antaño de Navas del Rey, viejos conocidos por todos lo único que ha cambiado es su nombre, exhibieron las jotas y seguidillas de su localidad, interpretaron un baile de la Comunidad de Madrid, también representaron una baile extremeño y acabaron su recopilación de danzas con la Jota Rabiosa de Tomelloso, que les asegura el éxito allí donde van.

Los encargados de clausurar el festival fueron los anfitriones, que recogieron en su repertorio las jotas y seguidillas de Villamantilla, un baile de origen popular, el Candil de Olivenza y

un baile popular madrileño, conocido como la Jota de Madrid.

El festival terminó con un intercambio de regalos entre las agrupaciones y una comida en el centro cultural de la localidad para todos los que habían intervenido en el festival.

Arancha Sánchez Bueno.