Hace unos días se reunieron varios niños y niñas de Aldea del Fresno con buena parte de su corporación municipal, lo hicieron en el salón de juntas del ayuntamiento y con una serie de propuestas escritas en sus cuadernos.

La idea, que nació hace algunos meses en una de las sesiones de Menudo Castillo, era que los adultos, entre los que se encontraban la alcaldesa Maribel Hernández y los concejales Guillermo Celeiro y Verónica Moreno, escuchasen a los niños y plantearan llevar a cabo algunas de las ideas de mejora propuestas por ellos. Puede que haya a quien este planteamiento le parezca una tontería, pero nada más lejos de la realidad. Los niños son los protagonistas de muchas de las acciones puestas en marcha desde los consistorios municipales, ¿por qué no escucharles para saber cuáles son sus necesidades?

Manuel Espinosa, Pablo Montes y Judith Rubiño.

Judith Rubiño, Manuel Espinosa y Pablo Montes se sentaron a la mesa con las ideas muy claras y con algunas peticiones poco usuales, como poco usual fue el encuentro. Hay muy pocas ocasiones en las que los adultos decidan escuchar a los niños, en vez de decidir qué es lo que les conviene y qué creen que les va a apetecer. Los miembros de la corporación aldeana, con boli y papel en las manos, escucharon con suma atención, explicaron cuáles de esas propuestas ya estaban en marcha y anotaron aquellas que les parecieron más afortunadas o con posibilidades reales de funcionamiento.

Y los niños, como siempre, sorprendieron para bien. Pablo, que lleva unos días con muletas y silla de ruedas por una operación en el pie, pidió un plan de accesibilidad para el municipio “porque estos días me he dado cuenta de que hay muchos sitios por los que no se puede pasar con silla de ruedas o donde es muy peligroso hacerlo”. Y si bien es cierto que Aldea de Fresno ya puso en marcha durante la pasada legislatura un plan semejante, como se explicó durante la reunión, también lo es que aún hay muchos puntos negros para la accesibilidad en la localidad aldeana.

Hubo más de 20 propuestas durante la reunión, aunque hubo algunas realmente interesantes, como la Feria del Libro propuesta por Judith o la celebración del Día del Orgullo Friki, como pidió Manuel. También hubo comentarios sobre posibles talleres, actividades, festejos y otras mejoras en el municipio. Tendremos que esperar para ver hasta dónde escucharon y anotaron los adultos en dicha reunión. Lo que sí parece claro es que escuchar a los niños es siempre un acierto y que hacerlo desde una corporación municipal, con la máxima autoridad del municipio en la escucha es inteligente e importante para que los niños y niñas se sientan parte indispensable de sus pueblos desde pequeños.

Quizás otros pueblos estén interesados en realizar este tipo de encuentros que pueden servir de guía para elaborar calendarios de propuestas sociales y culturales o para tener otros puntos de vista sobre las necesidades de los municipios. Si es así, Menudo Castillo estará allí para contarlo. Los niños son nuestro futuro, los que harán de nuestros pueblos rincones más o menos acogedores. Sabiendo esto, ¿por qué no convertirles en protagonistas directos también de nuestro presente?

Javier Fernández Jiménez.