• Aunque consideran que es un avance para el sector, que por primera vez en su historia dispone de un convenio sectorial, el Colegio Oficial de Ingenieros de Montes considera que este primer convenio ha supuesto un retroceso para los trabajadores forestales, que anteriormente se regían por otros con mejores condiciones laborales y salariales, como el de Jardinería.
• Pese a contar en su elaboración con representación de CCOO y UGT, este convenio sectorial, por la precariedad de sus condiciones, no contribuye a generar empleo estable en el sector forestal. Y lejos de ayudar a combatir la despoblación del medio rural fijando empleo, desanima a cualquiera que se quiera aventurar a trabajar en la gestión y conservación de nuestros montes.
• Como ejemplo, un auxiliar de jardinería supera el salario de un ingeniero de montes que trabaje amparado por este I Convenio del sector forestal. Algo que no anima a los jóvenes a elegir la ingeniería de montes como una opción profesional.
• Este convenio a la baja no solo afecta al sector forestal, sino que supone un precedente que lastará al resto de convenios similares de otros ámbitos en sucesivas negociaciones.

El I Convenio Estatal para el Sector de Actividades Forestales, negociado por los empresarios del sector y los sindicatos CCOO y UGT, no convence al Colegio Oficial de Ingenieros de Montes (COIM). Aunque considera un avance que exista un convenio sectorial, ampliamente demandado por el sector forestal, manifiestan su decepción con las precarias condiciones laborales y salariales que contempla en comparación con otros convenios similares por los que se regía hasta ahora este sector.

En concreto, el COIM manifiesta su malestar y denuncia que las condiciones de trabajo en este sector se están viendo deterioradas de manera sistemática. Y este I convenio en concreto desanima a cualquiera que se quiera aventurar a trabajar en la gestión y conservación de nuestros montes.

La precariedad, la temporalidad, la falta de derechos o la imposibilidad real de reclamarlos se han convertido en lo normal, como lo ilustra el hecho de que muchos de los contratos firmados en los últimos años hayan sido de carácter temporal. Y este convenio no contribuye tampoco a generar empleo estable en el sector forestal, fundamental para  combatir la despoblación de nuestro medio rural, que constituye en la actualidad uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos y está directamente relacionado con las oportunidades laborales que a los habitantes de estas zonas se les ofrece.

Con anterioridad, las empresas y trabajadores del sector forestal se regían por los convenios colectivos agropecuarios, que generalmente eran de ámbito provincial y sin diferenciación por tipo de actividad; por el convenio de jardinería, de ámbito estatal; por los convenios para actividades forestales autonómicos o por los convenios de ámbito empresarial.

Lo más relevante en este convenio estatal es que el sector forestal no está bien definido, pese a que ha contado con representación sindical de CCOO y UGT. Con independencia de la industria de la madera y el mueble y la industria de la pasta y el papel, en lo que se refiere a las actividades en el monte se establecen dos grandes grupos: el de actividades selvícolas, que se especifican en el artículo 3 del nuevo convenio, relativo al ámbito funcional; y el de explotaciones forestales, que se refieren a taladores y conductores de procesadoras y otra maquinaria. Además, el nuevo convenio nacional excluye expresamente los trabajos realizados por los titulares de explotaciones forestales y los trabajos de prevención de incendios que se realicen en el marco de operativos de lucha contra incendios.

Con todo ello resulta muy difícil concretar a cuántos trabajadores podría afectar el nuevo convenio forestal. Según un informe relativamente reciente sobre el empleo en el sector forestal nacional, elaborado por CCOO en 2012, habría un total de 61.361 trabajadores forestales en España, de los cuales unos 7.000 serían técnicos, algo más de 30.000 serían peones de tratamientos selvícolas y poco más de 20.000 serían taladores. Al primer y segundo grupo, podría afectar el polémico nuevo convenio.

Tablas salariales a la baja

Otra cuestión relevante del convenio, que ha suscitado cierta polémica en el sector, son las tablas salariales acordadas que, aunque constituyen los niveles mínimos a nivel nacional, ofrecen valores muy bajos, que muestran las precarias condiciones laborales de los profesionales forestales. Para peones forestales y peones especialistas se manejan salarios ligeramente superiores a los 800 euros netos, y ligeramente superiores a 1.000 euros para el personal técnico, con diferencias mínimas entre niveles profesionales.

Si comparamos este convenio con el de del sector de la jardinería, como ejemplo de actividades similares, firmado por las mismas organizaciones sindicales, el nuevo convenio del sector forestal fija una jornada laboral anual de 70 horas más. En cuanto a retribuciones, un auxiliar de jardinería supera el salario de un ingeniero forestal que trabaje amparado por este I Convenio del sector forestal.

El recién creado convenio Forestal no remunera las horas extraordinarias, sino que las compensa con tiempo equivalente de descanso, todo lo contrario de lo que sucede en el sector de la jardinería. Los trabajadores forestales no tienen días de asuntos propios, frente a los  6 días que concede el convenio del sector de la jardinería.  Llama también poderosamente la atención que la suspensión de trabajo por lluvia u otros fenómenos meteorológicos pueda suponer a los trabajadores forestales que sólo cobren el 50% del salario si la suspensión se produjera antes de su iniciación o durante el transcurso de las dos primeras horas.