- El Comité de los Derechos del Niño pide alejar a las personas menores de edad de la tauromaquia.
- El Gobierno madriñelo se sitúa fuera del consenso científico y de los organismos internacionales.
- La Fundación Franz Weber lamenta la colaboración de entidades locales en estas convocatorias.
La Fundación Franz Weber ha cuestionado la organización de novilladas en varios municipios de la Sierra Oeste por vulnerar hasta dos recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas. La primera actividad está prevista para este mismo sábado, finalizando el ciclo en el mes de marzo.
La convocatoria está, además, apoyada por administraciones públicas como la Comunidad de Madrid, y los respectivos ayuntamientos de la comarca, cuyas imágenes corporativas aparecen en el cartel promocional.
En esta convocatoria los “alumnos” de escuelas taurinas podrán maltratar hasta la muerte a novillos, ante la mirada de público, que también pueden ser personas menores de edad, lo que contribuye a una doble insensibilización sobre la violencia hacia los animales.
Así, recuerdan que en 2018 el Comité de los Derechos del Niño pidió al Estado español evitar la participación o presencia de niños y adolescentes en la tauromaquia, con un texto muy claro al respecto:
“Para prevenir los efectos nocivos para los niños del espectáculo de los toros, el Comité recomienda que el Estado parte prohíba la participación de niños menores de 18 años como toreros y como público en espectáculos de tauromaquia.”
En el mes de agosto de este mismo año el organismo de expertas y expertos de Naciones Unidas ha incluido una referencia en el Comentario General nº 26, en su apartado G) sobre el “Derecho a no sufrir ningún tipo de violencia”:
“Los niños deben ser protegidos de todas las formas de violencia física y psicológica y de la exposición a la violencia, como la violencia doméstica o la infligida a los animales.”
En el caso concreto del entramado taurino la protección debería abarcar su participación en escuelas taurinas, donde se pueden inscribir con tan solo 8 años y participar creando daño a animales en las denominadas clases prácticas y tentaderos, o su implicación como parte espectadora. Tan solo 3 comunidades: Galicia, Cataluña e Islas Baleares establecen algún tipo de restricción de entrada a las plazas de toros.
Rubén Pérez, coordinador de la campaña Infancia Sin Violencia, ha señalado: “Nos preocupa el apoyo continuado de la CAM a estas actividades. El ejecutivo está empeñado en promover la exposición a la violencia entre personas menores de edad y que, un reducido número de menores, otros puedan ejercer directamente esa violencia sobre los animales”. “Es evidente que, mientras la ciudadanía da la espalda de forma progresiva a la tauromaquia, algunas administraciones doblan o multiplican directamente su soporte institucional para mantenerla a flote”.