Edición de septiembre del periódico mensual independiente y gratuito de la Sierra Oeste con especial atención a las fiestas que los pueblos de nuestra comarca se disponen a vivir durante este mes.
Guardó a su pernil como a oro en paño,
lo amasó y saló con arte y con traza,
y después lo cubrió en papel de estraza
igual que hicieron coruchos de antaño.
Pastor fue siempre, guarda de un rebaño
que no cruzó ni estercoló la plaza
de la red al pasto, al redil y al haza
y así día tras día, el mes y el año.
Domingos no hubo ni días de fiesta
del rebaño siervo criado y esclavo
solo el quince de agosto atracón doble
encentaba el jamón, después la siesta,
iba a los toros fijo como un clavo
y en procesión de su Virgen del Roble.
La albahaca que perfuma
las calles de Cenicientos,
expresa los sentimientos
con la fe que se consuma.
Todo corucho se suma
y acompaña en procesión
su Virgen entre emoción,
y albahaca lleva en mano
donde el pueblo es soberano
de guardar la tradición.
En urna guardo el troquel
que tu medalla contiene,
y una columna sostiene
tu santidad en joyel.
¡Y de tus pies escabel!
Virgen del Roble bendita
del roble que hay en la ermita,
cubierto iré con sus hojas
y así me vistas y acojas
como una madre solícita.
QUINCE DE AGOSTO EN CENICIENTOS
Alegra el toque de diana
del cohete el estallido
en la matinal jornada,
se mezclan silencio y ruido.
Vuelven los trasnochadores
al refugio de la cama,
y los más madrugadores
al sol que rayos derrama.
Churros venden en la plaza
y se forman largas colas,
todo el mundo mete baza
y se crea un fragor de olas.
Colgadas las serpentinas
ondean multicolores,
mezclándose golondrinas
con sus vuelos bienhechores.
Después toca acicalarse
para asistir a la misa,
es día de engalanarse
profusamente y sin prisa.
Es costumbre estrenar algo
rayano en la tradición,
“¡tanto tengo y tanto valgo!”,
como en una exposición.
En la iglesia no se cabe
con tanta aglomeración,
caras de quien nadie sabe
vástagos coruchos son.
Gentes que un día se fueron
abandonando sus casas,
los edificios se hundieron
y no quedaron ni brasas.
A la par surgen preguntas,
“¡yo te saco por la pinta,
esas cejas cejijuntas
recuerdan a la Jacinta!”
Hechas las presentaciones
todos se hacen amigos,
se reviven emociones
y entra el sol, por los postigos.
Luego la Virgen bendita
es sacada en procesión,
y hay quien se enardece y grita:
“¡Madre, imparte bendición!”.
La fe del pueblo es así:
serena, parca y sencilla.
Lo mismo me ocurre a mí
y esta fe me maravilla.
Ramos de albahaca llevan
que perfuman el ambiente,
y a la Virgen los elevan
y los aspira sonriente.
Después hacen una puja
para llevarla a la ermita,
y el adinerado empuja
y el malestar se concita.
La comida es en familia
todos en torno a la mesa,
familiares reconcilia
cuando hay visita sorpresa.
Luego vamos a los toros:
aquí somos muy taurinos.
Hay peñas cantos sonoros
y de los mejores vinos.
Y como se suscita el hambre
al terminar la corrida,
aplacamos el calambre
en la mesa abastecida.
Las fuentes con los jamones,
a darles fin nos emplaza
en el aire las canciones,
y los bailes en la plaza.
La Virgen a todos une,
en este quince de agosto
y a desunidos reúne
a un bajo precio de costo.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA PROCESIÓN DE LA VIRGEN DEL ROBLE
Con calor y sudor la puerta abierta,
la Iglesia abarrotada no se cabe,
la Virgen flor de nardo aguarda y sabe
que a Cenicientos llama y lo concierta.
Sale la procesión gente a la puerta
sin una sola voz que no la alabe
ni una mano que la albahaca acabe,
quedando el huerto y la mata desierta.
Por calles previamente engalanadas
la Virgen se abre paso y se encamina
con el niño en las manos enlazadas,
y el pueblo que en redor se arremolina
vitorea jalea y da palmadas
a su Virgen del Roble luz divina.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL JAMÓN DEL PASTOR DEL DÍA DEL TORO
Guardó a su pernil como a oro en paño,
lo amasó y saló con arte y con traza,
y después lo cubrió en papel de estraza
igual que hicieron coruchos de antaño.
Pastor fue siempre, guarda de un rebaño
que no cruzó ni estercoló la plaza
de la red al pasto, al redil y al haza
y así día tras día, el mes y el año.
Domingos no hubo ni días de fiesta
del rebaño siervo criado y esclavo
solo el quince de agosto atracón doble
encentaba el jamón, después la siesta,
iba a los toros fijo como un clavo
y en procesión de su Virgen del Roble.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA ALBAHACA DE CENICIENTOS
La albahaca que perfuma
las calles de Cenicientos,
expresa los sentimientos
con la fe que se consuma.
Todo corucho se suma
y acompaña en procesión
su Virgen entre emoción,
y albahaca lleva en mano
donde el pueblo es soberano
de guardar la tradición.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
ORACIÓN
A la Virgen del Roble
En urna guardo el troquel
que tu medalla contiene,
y una columna sostiene
tu santidad en joyel.
¡Y de tus pies escabel!
Virgen del Roble bendita
del roble que hay en la ermita,
cubierto iré con sus hojas
y así me vistas y acojas
como una madre solícita.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho