
- El alcalde de Sevilla la Nueva visita este centro, como cada año, reconociendo el esfuerzo y la labor solidaria que hacen.
El 19 de mayo el CEIP Antón Sevillano de Sevilla la Nueva ha celebrado, con la colaboración del AMPA, un mercadillo solidario en el que los alumnos del centro aportan alimentos no perecederos, destinados al banco de alimentos del municipio, y que cambian por libros, juguetes y otros artículos expuestos en sus stands.
El alcalde de Sevilla la Nueva, Asensio Martínez Agraz, junto con la concejal de Educación, Carmen Chueca, y la concejal de Cultura, Lola Ortega, no han querido perderse la invitación a esta cita solidaria tan importante para el centro.
Como en todas sus ediciones, el CEIP Antón Sevillano ha realizado este mercadillo solidario con ayuda del AMPA en el que los profesores participan como voluntarios, y cuya recolecta, que aumenta año tras año, se destina íntegramente a este fin.
Los alumnos del centro han sido los encargados, según un calendario de grupos que se establece para que todos tengan su turno, junto con sus tutores, de entregar los alimentos que aportan las familias, al gran carro donde se almacenan hasta su entrega.
Con este mercadillo, desde el CEIP Antón Sevillanos se pretende concienciar a los más pequeños de lo importante que es el ser solidarios, y además se aprovecha para fomentar la lectura y el compañerismo mediante el juego en grupo.
FUENTE: Ayto. Sevilla la Nueva
EL DÍA DE LA CONFIRMACIÓN
Solemnidad de campanas
anunciaron al obispo,
por ser el pastor de Cristo
visitando a su rebaño.
Contentos como unas pascuas
andábamos los muchachos,
pues el cura habló de un acto
que elevaba a lo más alto.
Un esfuerzo hizo mi madre
comprándome unas sandalias
de cuero de las de entonces,
y hasta un pantalón de pana.
Al obispo bajo palio
en la iglesia introdujeron
autoridades locales
y de eminencia tratado.
Con la iglesia iluminada
como ascuas de luciérnagas,
brilló el frontis, brilló el coro,
brilló la mañana aquella.
Uno a uno desfilamos
ante aquel santo varón,
que nos habló y alentó
con una süave voz.
Rezos hubo y ceremonia,
y hubo cantos a los altos
designios que tiene el cielo
para sus hijos de abajo.
Nos dio la confirmación,
y que a día de hoy no sé
aquello en que consistió,
ni cual fue el proceso aquel.
Mas nunca se me olvidó
y siempre recordaré
las tazas de chocolate
dadas en tal ocasión.
Y el obispo nos bendijo
y vivas dimos nosotros
muchachos de Cenicientos
al enviado del Señor.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho