- 14 kilómetros de playa abandonados por la Administración.
El embalse de San Juan, publicitado como “14 kilómetros de playas a 60 km. de Madrid”, se convirtió en un reclamo urbanístico/turístico inmediato, las fotos reflejaban un entorno casi paradisíaco: pinos, agua, barcos y a tiro de piedra de la capital. No había duda, la gallina de los huevos de oro se había posado en el Alberche, junto a Cebreros, San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa.
Cada uno de estos 3 municipios ocupa una parte de sus orillas, y a cada uno le repercute de manera diferente. En el término de Cebreros y a pie de agua, se encuentra la urbanización “Calas de Guisando”, con viviendas de alto standing y rigurosos controles de acceso que no impidieron que el fuego de 2003, originado en el vertedero municipal, afectara su entorno, algunas parcelas e incluso propiedades. Situado en la cola del embalse, contempla cada verano cómo las aguas que le rodean bajan a su nivel histórico de río, rodeado de barrizal más o menos seco.
San Martín de Valdeiglesias es quien más relación mantiene con el embalse. El espacio de la Virgen de la Nueva es la principal zona de baño de los vecinos, a la que llegan por una estrecha y sinuosa carreterita. Este único acceso es compartido por la “Urbanización Costa de Madrid” un ejemplo del modelo urbanístico de finales de los 60 que evidencia que aquel “todo vale” hoy conlleva “todo son problemas y de difícil solución”.
Otras urbanizaciones de su término, aunque se acceda por Pelayos de la Presa, volcadas hacia el agua son “La Javariega” y “San Ramón”, esta última con embarcaderos privados, acceso restringido y un eterno conflicto con “Costa de Madrid” al bloquear su vía de escape en caso de emergencia.
También a San Martín pertenece la zona de “El Yelmo”, que a pesar de no ser considerada como zona de baño es conocida como la “playa nudista de Madrid”. Su acceso es por pistas forestales que salen directamente de la M 501.
Pelayos de la Presa es el municipio por el que se accede a la zona de “El Muro”, la más cercana a la parada del autobús y la más masificada. Sin embargo, su término apenas roza el agua, nada más pasar el muro de contención, es suelo de San Martín, tanto hacia la presa como hacia el Club Náutico.
Tras esta somera descripción de los “14 kilómetros de playas” queda exponer por qué la gallina de los huevos de oro se ha convertido en un pollo sin cabeza.
Para empezar el Embalse de San Juan es el único de la Comunidad de Madrid que no tiene un Plan de Ordenación (P.O.E.) como obliga la ley. La excusa oficial es que afecta a dos Comunidades Autónomas y eso lo complica. La verdadera complicación es que todas las Administraciones Públicas que tienen competencias sobre este espacio no trabajan en conjunto, no plantean una mesa donde se establezca el cuidado de la zona como objetivo común, aportando lo mejor de “cada casa”. Se prefiere la situación actual, de “pío, pío que yo no he sido” cuando surge un problema y balones a tejado ajeno por si acaso.
Ejemplo claro de esta política nefasta son las recientes declaraciones del Sr. consejero de Salud de la Comunidad de Madrid (el de los abanicos de papel para los niños en las escuelas durante la ola de calor) en relación a los dos últimos ahogados en San Juan: “Los ayuntamientos que conforman el pantano tienen que tomar decisiones serias en cuanto a acotar la zona de natación, la zona de seguridad, poner las profundidades adecuadamente, los consejos correctos y, por supuesto, tener socorristas”.
Añadió: “También nosotros en el gobierno estamos adelantando y haciendo un estudio para ver si podemos tener la dotación que ya existe del SUMMA112 en el pantano los fines de semana y festivos, ponerla también los demás días”. (La Vanguardia, 31 julio 2017).
Puestos a echar balones fuera, estas actuaciones quizás tendría que habérselas reclamado a la Confederación Hidrográfica del Tajo, con competencias sobre el agua y su zona de policía, justo donde se producen los ahogamientos, y que además es beneficiaria de las tasas que cobra por las embarcaciones. ¡Qué despiste!… si son del mismo partido.
En esa misma estrategia, y como contestación al Sr. consejero de Salud, el Grupo Parlamentario Socialista reclama a la Comunidad de Madrid que limpie las zonas recreativas de San Juan y Picadas y ponga más vigilancia.
Este partido de pin-pon sobre responsabilidades se acaba rápido por esta temporada. San Juan está al 48% de su capacidad nada más empezar agosto, llegar al agua desde la orilla original ya es una expedición y en muchas zonas el desnivel es casi vertical, lo que descarta muchos espacios frecuentados semanas atrás.
La falta de una gestión comprometida por parte de todas las administraciones implicadas queda reflejada en datos, como la recogida de residuos que realizaron voluntarios de Greenpeace el 3 de septiembre de 2016 en la zona de El Muro:
OLIVO, CEPA Y ENCINA
Olivo,cepa y encina
e higuera del higueral,
pineda del Cornetal
y la Peña Buverina.
Ladera, monte y colina,
brisar de vientos y alientos,
sotaventos barloventos,
han de pilotar la nave
que más la ruina no agrave
y haga grande a Cenicientos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
En efecto. Todo lo que se dice es claro, conciso y razonable. Pero no se menciona el hecho de que el embalse de San Juan está dentro de la ZEPA de los ríos Alberche y Cofio. Desde hace mucho tiempo esta circunstancia coarta, limita e impide un desarrollo armónico y coherente especialmente para San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa. Y si es importante la coordinación de las administraciones públicas con competencias sobre San Juan y Picadas, resulta un tanto sorprendente que no se utilice el Consorcio Sierra Oeste, hoy conocido como Asociación de Desarrollo Integral de la Sierra Oeste de Madrid, con sede en Villa del Prado. Por eso no se entiende muy bien de qué nos quejamos cuando está recientemente aprobada la estrategia de desarrollo local en el marco de esa asociación.