La Comunidad de Madrid está trabajando duro para atraer a la mayor potencia mundial como es Asia. Las cifras demuestran que este perfil turístico ha crecido en 2017 dejando datos, tales como, que los visitantes chinos crecieron un 85% y los japoneses un 43% en lo que va de año.
Lo importante es la experiencia vital del turista
Este tipo de visitantes van mucho más allá del turismo de sol y playa. Madrid lo sabe y por eso ha decidido ofrecer junto a Iberia una experiencia vital a los turistas asiáticos. Este proyecto se basa en dos videos promocionales en los que se puede ver como una niña japonesa suelta un gran “olé”. A este grito español se le suma una sucesión de imágenes de las zonas más turísticas de Madrid.
El turista asiático es todo un objeto de deseo para España, ya que gasta mucho y exige poco. Se asegura que el visitante chino es uno de los más rentables para la industria turística española, ya que es capaz de gastarse en un día lo que un europeo en una semana, destinando el 70% de su presupuesto a las compras.
Estos turistas buscan nuestra cultura más genuina y nuestra idiosincrasia. Aquello que nos diferencia. Es decir, nuestra historia, el flamenco y los toros.
En este sentido, Ibiza no se queda al margen, ya que se encuentra entre los destinos favoritos de los asiáticos. El país de Asia que más reservas realiza es Corea del Sur. Cuando estos visitantes llegan a la isla optan por el alquiler de coches. En Ibiza alquilar un coche es de lo más habitual y rentable para todo tipo de turistas. Este servicio les permite el fácil desplazamiento por la ciudad, así como la rápida conexión entre el aeropuerto y su hotel.
EL CANTO A CENICIENTOS
En la cuña introducida,
de abulenses y Toledo
está el pueblo y su viñedo
sostenimiento de vida.
La cepa fue mantenida
como diosa en los altares
y las uvas en lagares
corría rojo su mosto
por el canalillo angosto
como el agua de los mares.
Con gentes acogedoras
transitando por las calle
hacen ameno este valle
de las coruchas auroras.
Armonía de las horas
transcurren de forma lenta
si el espíritu aposenta
apego por el sosiego
del que harto de trasiego
vida tranquila le tienta.
Quien nos visita se queda
y si se va siempre vuelve
cuando la brisa le envuelve
del arcón de su almoneda.
Paseante en la vereda
viendo la vida que pasa
hace trasvase y trasvasa
olvido de su paisaje
y se siente paisanaje
y cimenta aquí su casa.
Siempre impera aquí la calma
y el horizonte apacible
que se bebe y es bebible
como néctar en el alma.
Aparejo que es la enjalma
de sus pocos animales
otrora en los hierbazales
abundaban los rebaños
pero el paso de los años
los mantiene terminales.
Que más decir de su Peña
a la que enaltezco tanto
y con mis versos la canto
y de mi rima se adueña.
Sostengo que es nuestra enseña
y la base del futuro
y aunque yo yerto y oscuro
cuando el suceso acontezca
el poema permanezca
y ser cierto lo que auguro.
¡Tomad, os presto mis ojos
y su enfoque en la llanura
y abridlos en herradura
con que aparta los abrojos!
No reparad en rastrojos
y veréis a don Quijote
que con Rocinante al trote
va por tierras de la Mancha
gritando: Castilla es ancha
y se me atufa el bigote!
Y si tornáis la mirada
nuestra capital Madrid
y cabalgando va el Cid
en la alta madrugada.
Y en la noche despejada
he visto un cielo de bruma
flotando como la espuma
desde la Peña las luces
polucionando de bruces
a Madrid con que lo abruma.
Y de la Peña bajando
al pasear por el llano
la dehesa en un rellano
por el cual ir divagando.
Los coruchos paseando
por la estrecha carretera
ven en el cielo una esfera
límpida de aire tan puro
que su clima es un seguro
de naturaleza extrema.
Pinares, huertos y encinas
viven en el horizonte
y la quietud en el monte
e higueras en las retinas.
Visitante que caminas
y buscas vida apacible
y de vivir lo indecible,
el pueblo de los coruchos
tiene en alicientes muchos
para hacértelo factible.
Y hablamos aquí un lenguaje
ingenioso y cervantino
junto al amor de su vino
colofón de un buen viraje.
Y habrás hecho un maridaje
con la estrella de los vientos
que aseda los movimientos,
de nuestros recios olivos
que muestran sin paliativos
el alma de Cenicientos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
AMO A MADRID
“Madrid,Madrid que bien tu nombre suena,
rompeolas de todas las Españas”
D. Antonio Machado
Madrid Universal del brazo abierto,
con su Puerta del Sol alba de España,
entrañable ciudad que a nadie extraña
ya sean de interior, montaña o puerto.
Madrid Universal de error y acierto
de la Historia Patria que te acompaña,
y un Manzanares que ahora te baña
saludable y limpio, breve y despierto.
Madrid Universal de Austria severo,
señor de medio mundo y gesto adusto,
con la gorguera pareció altanero.
Y un Borbón de napolitano gusto
que sosegado amó y no empuñó acero
y fue ilustrado Rey y su Alcalde justo
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EN ALCORCÓN A TANTOS DE TANTOS
Recorro tus campos, ando en tus calles,
persevero en mi afán,
conocí a mi esposa, engendré a mis hijos
y amasé aquí mi pan.
Campos vi de trigo y vi de cebada
tras de mi ventanal,
de esmeralda olas vaivén de las brisas
de aire primaveral.
Y fue aquí en Santa María la Blanca
mi boda y desposar,
de mis hijos ante el ara el bautizo
antes de echar a andar.
Trabajé en casa y tuve en mi taller
el cincel y el buril,
la gema, la lupa y base del fuste
y un soneto en mi atril.
Vine a un pueblo y ahora es ciudad,
Alcorcón sideral,
con sus amplias y extensas avenidas
y un moderno hospital.
Aquí envejezco, en Alcorcón prosigo,
y bien puedo dar fe,
de un cambio existencial evolutivo
que palpable se ve.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
DESTACO A CENICIENTOS SOBRE EL MAPA
Destaco a Cenicientos sobre el mapa
que de Madrid conforma monte y suelo,
siendo parte importante de su cielo
buque insignia que prende en su solapa.
En grata sensación que pronto atrapa,
sus vinos suavidad de terciopelo
y brisas marejadas del consuelo
que adhieren al viajero como lapa.
Un sortilegio tiene su montaña
con su Peña entrañable que se baña
en el pinar tendido ante sus pies.
Y al trasponer el sol sobre la cumbre
es tamaña su belleza y deslumbre
que la villa corucha adorable es.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
CENICIENTOS EN EL CORAZÓN
Es mañana grisácea en el pueblo,
de una lluvia que cae mansamente,
y un tañer de la campana doliente
sume a la calle en silencio y despueblo.
Es preciso y urge hacer un repueblo
que atraiga en cascadas a nueva gente
y vea un alba de nuevo creciente
al igual que yo lo canto y lo amueblo.
¿Qué versificaré por alabarte
y en versos épicos alto ascenderte
y sobre el mapa de España situarte,
e imperecedero así siempre verte,
pueblo corucho, sin cesar de amarte
hasta cubrirme el velo de la muerte?
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL ÁGUILA DEL REY
Fue un águila capturada
por don Felipe Segundo,
el señor de medio mundo
por su mano gobernada.
y el águila fue entregada
a su pintor Juan Pantoja,
que la pintó ave coja,
y a partir de aquel instante
la España de alba radiante
se columpió en cuerda floja.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL ENGASTADOR, EL BRILLANTE DE TRES QUILATES,
EL GALLO Y LAS VECINAS
Suceso es real y cierto,
en Madrid y en pleno centro,
también el engaste incierto
y un gallo se cuela dentro.
Retirándose a comer
un colega al mediodía,
desguarneció en su taller
brillante de de gran cuantía.
Quedó solo en la bandeja
sobre la pulcra pastera,
sin emitir una queja
y en silencio la astillera.
Por una ventana abierta
desde el patio de vecinos,
inició una descubierta
un gallo de los más finos.
Con un corto y torpe vuelo
se encaramó en el dintel,
aterrizando en el suelo
que le sirvió de escabel.
La ronda ya comenzada
entre oteo y cabildeo,
el fulgor de llamarada
le deslumbró en su paseo.
Y aquel gallo pretencioso,
viendo en él su vivo espejo,
cacareó majestuoso
retratado en su reflejo.
Y con recio picotazo
el brillante se tragó,
y fue lazada y fue lazo
que la vida le costó.
Al gallo vio la sirvienta
de un prócer del principal,
que fregoteaba lenta
entre arrobo virginal.
LLegado el desventurado
espeso tras la comida,
con un grito desgarrado
exclamó: “¡hostias mi piedra huida!”.
Y encorvado por el suelo,
escudriñándolo a gatas,
blasfemaba contra el cielo
entre tallas de oro y platas.
Acudieron las vecinas,
el prócer y su sirvienta,
se despoblaron cocinas
y bizcaba una asistenta.
Bulla, bullanga y dislate
y cónclave en la escalera,
y exponiendo escaparate
una moza ventanera.
Salió el gallo a la palestra,
quien oculto en un rincón,
con una llave maestra
el prócer dio defunción.
Un cuchillo por ensalmo
apareció en una mano,
y sin letanía y salmo
le abrió en canal un profano.
Y el brillante apareció
verdad que un poco manchado,
pero fulgido lució
en solitario engastado.
Pues el Madrid de posguerra,
el de las hambres caninas,
y tiestos colmos de tierra
criaba gallos y gallinas.
Y tal vez como anticipo
de tiempos que se avecinan,
colegas os participo
si a lo mismo nos conminan.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA BIBLIOTECA ÁNGEL GONZÁLEZ
Descampado de edificios derruidos
con árboles escuálidos su acera,
al borde de la antigua carretera
que a Madrid nos traía seducidos.
Cerebros brillarán esclarecidos
del barrio que en su día fue frontera,
de la capital, de urbe arrabalera
del chotis, del cuplé y de los cocidos.
Un edificio alzaron en su suelo
que piedra a piedra, sobrio levantaron
libros, en su interior, remontan vuelo
y a González con ellos lo elevaron
a bibliotecas mágicas del cielo
y de esta su Ángel custodio nombraron.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
SINFONÍA DE LAS GEMAS DE COLOR
A una dama de la Joyería Grassy
LA ESMERALDA
Al engastarla es temida
sobre todo en calibrado,
si lasca en el cincelado
nos complica bien la vida.
Más si queda bien ceñida
y perfilado el bisel,
un jardín será y vergel
de dama lozana y bella
convertida en una estrella
y sus dedos en joyel
EL ZAFIRO
Antiguamente se dijo:
que dabas inteligencia
y eras prodigio de ciencia
y de un Dios terrenal hijo.
Y como no se desdijo,
yo te engasto por mi parte,
y entre el oro aprisionarte,
afirmado sobre el fuste,
mientras procedo a tu ajuste,
inspirado por el Arte.
EL RUBÍ
Es alegre y es divino
con su color rojo intenso,
y figura entre el incienso
de la iglesia, el pan y el vino.
Y me lo asignó el destino
que en un cáliz lo engastara,
y al Vaticano viajara
mostrándose a Jesús Dios
y mi alma inmortal en pos
con él a Roma volara.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho