- Con aforo limitado y 9 meses después de lo previsto.
El trayecto hasta el estreno de esta función ha sido complicado, prevista para el pasado mes de marzo, el Covid-19 provocó dos suspensiones y la necesidad de llevar a cabo varios cambios y retoques hasta poder tener la obra lista y, por fin, poderla estrenar en el Auditorio municipal de Chapinería el pasado sábado 12 de diciembre, con un elenco algo más pequeño al habitual, pero también con una potencia mucho más intensa de lo habitual. De nuevo, el Taller de teatro para jóvenes y adultos de la Biblioteca Municipal de Chapinería optó por una historia que, sin alejarse de la comedia y sin dejar de hacer reír en muchos momentos del espectáculo, habla de un asunto social de enorme trascendencia: la violencia de género.
El monólogo ha sido la estrella en esta ocasión. Trenzados entre sí, de manera que se sucedían y se mezclaban, los monólogos, con un humor ácido y mordaz e interpretados con una contundencia y una fuerza más que evidente, dejaban en evidencia la desigualdad que aún hoy impera en nuestra sociedad y, entre risas, chistes burdos, melodías de piano y palabras lanzadas al aire, como quien no quiere la cosa, llegaban las frases e ideas lanzadas directamente a los asistentes, donde la rabia, la desilusión, el coraje y la injusticia aparecían como de la nada, pero golpeaban y dolían. Afirmaciones duras, palabras certeras, momentos tajantes… la nueva obra del Taller de teatro de Chapinería sirvió, una vez más, para denunciar la violencia hacia las mujeres y en algunas ocasiones lo hacía de un modo tan sutil e inocente, que era imposible obviar las verdades que nos iba lanzando a la cara a todos los que estábamos en el auditorio.
Una función para no dejar indiferentes a los espectadores, con actuaciones realmente intensas y poco aficionadas de Silvia Cedillo, Irene Cid, Rafael Rodríguez, Santiago Castrejón y Daniel Sun, que demostraron que el teatro comarcal no deja de crecer y de superarse. La dirección, una vez más, corrió a cargo de Francesc Galcerán y en las bambalinas el trabajo de María Ángeles Fernández al sonido,
Antonio Castro en la decoración y la colaboración de Máxima Llorente y Baudilio Salvador.
Una obra que ha llegado a los espectadores fuera del tiempo marcado para ello, que eran en marzo, pero que, sigue siendo igual de válida, de necesaria y de precisa cualquier día del año y que lo seguirá siendo,desgraciadamente, si se representara varios años en el futuro.
Javier Fernández Jiménez.
Articulazo!!! Gracias Javier!