Disponer cerca de cada uno de nosotros de un rincón de lectura y de trabajo es fundamental. Las bibliotecas y los centros de lectura son lugares indispensables en todos y cada uno de los municipios que conforman cualquier punto geográfico de nuestro país, pero si hablamos de las zonas rurales parecen aún más importantes y necesarias si cabe. El mes pasado os contábamos la inauguración del centro de lectura de Valdemaqueda, una localidad que nunca había contado antes con un lugar similar, así que desde el apartado de Cultura de A21 hemos querido acercarnos hasta allí para conocer el edificio de primera mano y, sobre todo, para saber qué va a ofrecer a partir de ahora a todos los vecinos y vecinas de la localidad. Hemos tenido la suerte de charlar con la responsable del nuevo centro de lectura, la socióloga, interventora social y dinamizadora cultural Ana Belén Galdón, que se ha convertido en la bibliotecaria de Valdemaqueda.
¿Cómo están siendo estos primeros días de actividad pública?
Estoy muy contenta, el centro está recibiendo muchísimo cariño. Hay muchas personas que vienen a aportar ideas, a participar, a consultar… chicos y chicas que vienen a charlar o a hacer sus deberes, a usar un ordenador. Todo el mundo viene con mucha curiosidad, eso hace que este proyecto tenga sentido.
¿Cómo se pone en marcha este centro de lectura?
Es una idea que llevaba rondando mucho tiempo, pero no se había conseguido dar el paso. Teníamos el edificio que se iba a destinar a ello y lo hemos conseguido gracias a una subvención, si no era imposible que un pueblo tan pequeño como Valdemaqueda pudiera destinar tantos recursos a un sitio como este. Había mucho interés, pero faltaba el último paso y por fin, en noviembre del año pasado empezamos con el centro vacío. Hasta hace unos días hemos estado llenándolo de vida. Montar estanterías, etiquetar los libros… todo. Mucha gente pasaba por la puerta y comentaba que ya faltaba poco, aunque aún había algo de miedo. Tantas veces esperándolo… hasta que no ha estado abierto de verdad. Ahora hay mucho cariño y muchas ganas.
¿Cómo fue la inauguración?
Fue un día muy especial. Aprovechamos la festividad típica de Valdemaqueda, el día de las patatas con bacalao, que es el miércoles de ceniza. Había mucha gente por la zona preparando todo para disfrutar con los vecinos. Era como un plus de ganas porque pasaban por la puerta, veían que se iba a inaugurar… así que se iban a comer las patatas a la plaza, pero volvían y preguntaban si se iba a abrir o no. Y cuando vieron que ya se abría se llenó. Es un espacio grande, pero había gente por todas partes.
¿Qué significa para ti este centro a nivel personal?
Ha sido un proyecto muy bonito porque me he criado en este pueblo, siempre con la idea de un futuro centro de lectura, con la promesa de que iba a haberlo. Un sitio donde reunirnos, donde poder hacer cosas cuando hace frío, donde poder hacer cualquier cosa. Poder montarlo ha sido muy emocionante. Me decía a mí misma “jolín, lo estás montando tú”. Ver cómo con tus manos se va llenando el espacio, cómo te ayuda la gente, cómo responden para colaborar contigo, para ofrecerte ideas… a mí me ha emocionado bastante. Es muy bonito ver a tanta gente implicada.
¿Cómo han llegado todos los libros que tenéis?
De momento no tenemos partida presupuestaria para comprar libros, pero ahora mismo tenemos unos 4.500. Todos proceden de donación. Vienen de personas que los tenían en casa y no querían tirarlos para que tuviesen una segunda vida. Muchos vienen con dedicatorias y con otras sorpresas bonitas. Tengo una caja con marcapáginas, con un décimo de lotería de 1946, la invitación al bautizo de un nieto y con otras cosas y recuerdos por el estilo.
¿Cómo quieres llenar de vida el centro?
Tenemos un cole muy pequeño, de unos cuarenta alumnos. Me gustaría que todos los niños y niñas del municipio pudiesen contar con este centro de lectura, interactuar con el colegio, que fuésemos un centro de información de todos los recursos que tenemos en el pueblo. Darnos a conocer un poco más y conocer otros municipios del alrededor. Dar visibilidad a autores de la zona y trabajar en el fomento cultural. Queremos que haya exposiciones de fotografía, talleres de escritura y de creatividad, juegos de mesa… queremos construir un ocio saludable en el municipio. A todos nos gusta la fiesta, pero también queremos un ocio alternativo, que haya otras opciones en las que utilizar nuestro tiempo de ocio. Creo que se va a convertir también en el centro juvenil, lo que queremos es que sea un punto de encuentro en general, donde la lectura siempre esté presente.
¿Qué actividades van a empezar pronto?
Tengo pensada ya alguna actividad de escritura creativa y una de manualidades. También hay un chico que quiere poner en marcha un taller de ciencia…
¿Por qué nos invitarías a venir a conoceros?
Porque queremos que venga todo el mundo. Estamos abiertos a que vengan y lo conozcan con sus propios ojos, a que participen en él y a que nos sugieran sus ideas para mejorar y para construir aquí el cambio, que la gente se implique de verdad, porque queremos que este espacio sobreviva esté quien esté. Esto cuesta dinero, el ayuntamiento está haciendo un gran esfuerzo para que se mantenga y queremos que siga abierto para siempre. Por eso vamos a ir poco a poco, no queremos dar mucho de golpe y luego desinflarnos. Venid a visitarnos y a conocernos.
Javier Fernández Jiménez.