
- Un libro que se acerca a las costumbres gastronómicas del monarca y recrea recetas del siglo XVIII.
Formando parte del homenaje a Carlos III con motivo del tercer centenario de su nacimiento (1716-1788), el autor Gregorio Sánchez Meco, se acerca a las costumbres gastronómicas del monarca, al estudio de los hábitos alimenticios de sus capellanes los monjes jerónimos escurialenses y las costumbres ante la mesa de los vecinos y visitantes del Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial.
Con la colaboración de los Restaurantes Alaska, el equipo de Ametstudio, Asador del Rey, Mesón la Cueva, Fonda Genara, Pastelería Paco Pastel, Restaurante 081 Napoli y la Taberna de Antioquia, todos ellos de San Lorenzo de El Escorial, se han recreado las viejas recetas del siglo XVIII respetándolas y adaptándolas a los gustos actuales, buscando dos objetivos: crear una auténtica cocina escurialense y hacer realidad la expresión del gran cocinero francés del siglo XVIII Meno cuando escribe: “para desarrollar el trabajo de la cocina nueva, no he podido ignorar el de la antigua cocina que le sirve de base”. El libro, que supone un importante trabajo de investigación, incluye fotografías de los platos elaborados por los cocineros de San Lorenzo.
El autor, Gregorio Sánchez Meco, es licenciado en Historia Antigua y Moderna de España por la Universidad Autónoma de Madrid y Doctor en Historia con la calificación de sobresaliente cum laude. Con una veintena de libros a sus espaldas y numerosos artículos, imparte conferencias sobre sus investigaciones especialmente en los aspectos económicos, sociales y culturales derivados de “la gran empresa monástica escurialense”.
EL GAZPACHO DE LOS POBRES
A mis padres
En las ardorosas tardes de siega
y en las no menos de agobio de trilla,
surcaba el cielo la franja amarilla
y el cansancio se batía en repliega.
La manta extendida el mantel despliega,
y el suelo era nuestro asiento de silla,
y en la tarreña está la maravilla
cuya visión nos inunda y anega.
La pueblerina cuchara en madera,
en la tarreña el humilde gazpacho,
la paz sublimando la parva en la era,
y uncidos triscan la mula y el macho
y un lienzo que enmarcó y fue la frontera
de infancia pobre y feliz de un muchacho.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho