Con la colocación de una valla perimetral alrededor de los dos olmos centenarios han finalizado los trabajos para preservar a estos dos árboles singulares situados en la plaza de Teodoro Bravo y que están incluidos dentro del catálogo de árboles singulares de la Comunidad de Madrid. En 2010, tras la caída de uno de los ejemplares, la Dirección General de Medio Ambiente inició los trabajos de protección y conservación, que han consistido en la poda terapéutica, colocación de atirantado de seguridad, carteles divulgativos y la instalación de la valla.