Como consecuencia de la gran diversidad natural que poseemos en la Comunidad de Madrid, más del 50% de la superficie tiene alguna figura de protección para una correcta gestión y ordenación de nuestro medio ambiente. Por ello se desarrolló una ley básica, la Ley 2/1991 de 14 de febrero de Protección y Regulación de la Flora y Fauna silvestres de la Comunidad de Madrid, en la que siguiendo la ley nacional del Estado se crean diferentes grados de protección según la gravedad del estado de cada especie.