- El arte del ilusionismo de la mano de Robin Ventura, con sus aparatos de gran formato, y las simpáticas sorpresas que deparó el show de Álex Navarro cosecharon las grandes ovaciones en la despedida de una primera edición cuyo éxito marca la continuidad en próximas convocatorias
- Antes de bajar el telón de este ‘mágico’ fin de semana tampoco faltó el sorteo de regalos entre los asistentes, muy satisfechos por la emoción y sensaciones vividas en estas veladas
Cartas, palomas, sogas para ‘amarrar’ el instante de escapismo y hasta un búho,… Desde sus primeros compases, el primer Festival de Magia de Valdemorillo llevó al escenario de la Giralt Laporta todo un repertorio de instrumentos y gestos, de sorpresas e instantes realmente asombrosos, capaces de hacer disfrutar y, sobre todo, vivir la gran ilusión de ver aparecer lo que desaparece, de intentar descubrir el truco, de aliarse, en suma, con este arte de lo inimaginable que triunfa al prenderse en el público hasta hacerle protagonista. Así, en un tándem perfecto, cada uno de los espectáculos programados hizo visible el reto de esta cita, distinta y especialmente original, acompañando cada función con el aplauso y reconocimiento de espectadores que, en muchos casos, también debutaron en escena.
Y si Javi El Mago fue el primero en hacer visible este emocionante encuentro con el ilusionismo, organizado por la Concejalía de Comercio, Turismo y Desarrollo Local, el más “variopinto” de los festivales continuó estrenando edición con otras aplaudidas actuaciones, como la de Paco G., que revestida de humor enganchó especialmente en la atención de los espectadores más jóvenes, que el público infantil también supo estar presente en la cita. O como la de Alfonso V, el tercer de los profesionales que salieron a las tablas de la Giralt Laporta, quien entusiasmó igualmente a los más peques.
No menos brillante resultó el broche final dado al programa que se prolongó del 8 al 10 de enero, Porque notable fue la ovación cosechada por Robin Ventura, con un espectáculo donde aparatos de gran formato, en combinación con el acertado hacer de los Caballeros de la Magia, hicieron realmente vivir ‘grandes ilusiones’ a todos los asistentes. Un patio de butacas que supo igualmente tributar su aplauso a Álex Navarrro, que en su papel de showman, brindó simpáticas sorpresas para dar por clausurado, entre asombro y muchas sonrisas, este primer festival cuya continuidad en nuevas convocatorias ya está asegurada.
Además, haciendo aún más visible la importancia del público en este ciclo, en el que supo mostrar gran implicación, no faltó tampoco el sorteo de regalos, dos conejos y dos petacas de magia que llegaron a manos de algunos de los muchos espectadores que se animaron a seguir esta novedosa propuesta que, como ellos mismos reconocen, ha despertado el interés por continuar disfrutando entre truco y truco.