- Las Jornadas sobre la Batalla de Brunete resultaron una experiencia que puso sobre la mesa la importancia del debate y el interés por conocer mejor esta parte de la historia local.
- Antonio Laborda y Ernesto Viñas, proporcionaron una visión muy completasobre el modo en que este pueblo vivió con especial intensidad la Guerra Civil.
- Se proyectó ‘El destierro’ película merecedora de una gran acogida a nivel internacional.
Despertando gran interés, y sobre todo, una participación que pone al descubierto la utilidad de este tipo de convocatoria, las Jornadas sobre la Batalla de Brunete organizadas en Valdemorillo han superado incluso la meta propuesta, saldándose con “gran éxito”. Y así se destaca por parte de la Concejalía de Educación y Cultura que, junto a la inestimable colaboración de Antonio Laborda, promotor de la idea, y del investigador y gran experto en la materia, Ernesto Viñas, han hecho posible el desarrollo de unos encuentros, primeros de este tipo organizados en la zona, que, ante todo, han servido para acercar la visión “más completa, mejor documentada y contrastada” de esta parte de la historia local por la que, incluso, muchos de los participantes llegaron literalmente a transitar. Y es que más de medio centenar de personas ‘volvieron al frente’ este domingo, 14 de mayo, para reencontrarse con las trincheras, los fortines y refugios que aún muestran la líne de aquel frente donde se libró la guerra que de forma tan intensa vivió Valdemorillo, lugar estratégico en el camino de Madrid.
Toda una experiencia de encuentro con un período que supieron abordar con acierto y objetividad los dos destacados ponentes, Laborda, centrando su intervención en la etapa del 36 al 37, para repasar después los años finales de la contienda, y el propio Viñas, miembro del colectivo Brunete en la Memoria, que precisamente se centró en la batalla que sirvió de base a estas Jornadas. Palabras y datos rigurosos que tuvieron su continuidad en la visita guiada a la exposición ‘Vestigios de una guerra’, donde objetos de todo tipo, desde armas y cascos a las piezas de la vida más cotidiana, como cubiertos, platos, maquinillas de afeitar…, dan idea buena idea también de lo vivido entonces en el municipio. Y es que las imágenes como material para la reflexión no faltaron en esta cita, destacando igualmente la proyección de ‘El destierro’, película de tono intimista y contenido filosófico muy aplaudida por los espectadores de la gran pantalla de Valdemorillo en presencia, además, de su director y uno de sus productores. Dos profesionales comprometidos con este tipo de films. De hecho, este es un título más conocido a nivel internacional que nacional, que ya se anunciaba avalado por la gran acogida dada al mismo en las salas de muchos otros países, desde Noruega a Corea, por citar sólo algunos ejemplos. Un reconocimiento a su contenido que Valdemorillo también supo mostrarle, culminando la velada en clave de interesante coloquio.
Y ya horas después, como el mejor colofón a “este gran aprendizaje”, la citada ruta guiada a lo largo de doce kilómetros, distancia que se completó en cinco horas de marcha bien acompañada por las indicaciones tanto de Ernesto Viñas como de Dionisio López, gran conocedor también del terreno por haber sido pastor en su niñez. Buena fórmula, en suma, de acercarse a la Historia desde el conocimiento directo de sus propios restos, de su escenario real, en una andadura que contó ifaulemete con el apoyo de Protección Civil, cuyos voluntarios prestaron atención en todo momento al grupo que completó el paseo con la satisfacción de descubrir mucho más del lugar, llevando a su mirada los importantes elementos bien conservados de esta “arqueología bélica” tan presentes en esta parte de paisaje valdemorillense.
SANTIAGO LIZANA
A Fernando Ayuso
Cuando se tiran los dados
caprichosos de la historia,
a unos aguarda la gloria
y a otros dados trucados.
Un hombre sencillo y parco,
trabajador y ordenado,
se vio de pronto abocado
a salirse de ese marco.
En la España turbulenta
previa a la guerra incivil,
él era un hombre civil
al que arrastró la tormenta.
Quizá sin tener ideas
políticas concebidas,
ni pensadas, ni nacidas,
y por tanto nunca aireas.
Y a su pesar si vio inmerso
entre el barro de trincheras
de las sangrientas goteras
de épica gesta sin verso.
Y una vez movilizado
en defensa de Madrid,
Babieca y Tizona el Cid
les dejó encomendado.
Y en los terribles combates
que frenó a los sublevados,
a su lado atrincherados
aplacaron los embates.
Y la lira del poeta
del Alberti gaditano,
voló desde el altiplano
al páramo en la meseta.
Y Madrid fue desde entonces
la capital de la gloria,
y entró de lleno en la historia
y su heroicidad en bronces.
Junto a héroes anónimos
allí se hallaba Santiago,
entre la sangre del lago
que tuvo tantos topónimos.
Se batió en Guadalajara
en días de lluvia y bruma
contra italianos de espuma
que al Duce empañó la cara.
Y después lo consabido:
vino la amarga derrota,
y en los cementerios flota
de la pólvora el sonido.
Cárceles y represiones,
sin pan, sin lumbre y con hambre,
y exiliados con raigambre
parias en otras naciones.
Y los que dentro quedaron
como Santiago Lizana,
sin un hoy y sin un mañana
ataron y amordazaron.
Y en posguerra interminable
la suerte de los vencidos
compartió con oprimidos
en espera inacabable.
Mas inopinadamente
un resquicio de esperanza
asentado en su balanza
le hizo vivir nuevamente.
Pues trabajando entre flores,
convertido en jardinero,
se vio de nuevo campero
siendo sus años mejores.
Y vuelto al pueblo natal,
al diáfano Cenicientos,
sus allegados contentos
le acunaron maternal.
Y en su casa del Cerrillo
muy feliz se halló Santiago,
sin que en él hiciera estrago
bilis ni rostro amarillo.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
DON MANUEL AZAÑA
“El mensaje de la patria eterna
que dice a todos sus hijos: paz, piedad y perdón.”
Lúcido y hombre de Estado,
republicano y patriota,
el peso de la derrota
acabó el sueño dorado.
Prontamente fue apartado
y la España de su entraña
se desangra cual montaña
con la sangre de un torrente
que anega a ríos de gente
sobre el corazón de Azaña.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
DON INDALECIO PRIETO
Se elevó de la pobreza
superando la orfandad,
dechado de honestidad
de poderosa cabeza.
Fue España la fortaleza
que don Inda defendió,
y pese a que tanto amó
la patria con él fue cruel,
sufrió su rechazo y él,
él, con su nombre expiró.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
DON JULIÁN BESTEIRO
Santo laico socialista
de honradez acrisolada,
aguantó la dentellada
de la fiera ya prevista.
Con su ala socialdemócrata
rebasada y desbordada
él llevo vida apartada
y cargó con la derrota.
Asumió que un responsable
debía compartir suerte,
e inclusive hasta la muerte,
con su Madrid indomable.
Fue quien presidió la Junta
de Segismundo Casado
y el derrumbe negociado
de República difunta.
Él sabía de antemano
la Democracia perdida
la República barrida
y todo ido de la mano.
Y lo expresó claramente:
“¡Si la República gana
la tiranía se allana,
y en eso soy consecuente!”.
“¡Se implantará el comunismo
en el ámbito de España,
y el oponente no engaña:
él implantará el fascismo!”.
“Así que gane quien gane
la sagrada Libertad
sufrirá gran mortandad
y huyendo se nos desvane”.
Y fue en sótanos de Sol
donde esperó en un camastro
la detención en que el astro
de igualdad fundió el crisol.
Y cuando el fiscal Acedo
le habló del oro de España
se le removió la entraña
y en eso no cedió un dedo.
“Diciendo el oro de España,
en las cárceles se encuentra
y en los brazos se concentra
de la juventud con saña”.
Y en la cárcel de Carmona
mártir de la Libertad,
en soledad y orfandad
Besteiro ciñó corona.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
DON ÁNGEL SANZ BRIZ
El Ángel de Budapest
Llevado de un noble impulso,
en Budapest, Ángel Briz,
se convirtió en adalid
y al nazismo ganó un pulso.
Mundo aterrado y convulso,
abrió su casa a legiones,
cobijo dio y protecciones
a judíos sefarditas,
y en su libro de visitas
es justo entre las naciones.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
ADOLFO SUÁREZ
Presidente fue de España
denostado y aclamado,
auténtico hombre de Estado,
consumador de una hazaña.
La Patria guarda en su entraña
y sabrá guardar memoria
de un español que a su gloria
le trajo la Democracia
con cívica hispana audacia
y entró de lleno en su Historia.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho