
- Impartirá formación y asesoramiento a los agricultores para la introducción de nuevas variedades.
- También desarrollará labores de investigación de cultivos alternativos para la producción de biomasa.
La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Villa del Prado suman fuerzas para mejorar los productos de la considerada “huerta de Madrid”. El consejero de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio, Jaime González Taboada, y la alcaldesa de este municipio, Belén Rodríguez, han firmado hoy un convenio de colaboración para el desarrollo de actuaciones de I+D+i, formación y asesoramiento que contribuyan a mejorar la competitividad y sostenibilidad del sector agroalimentario local. La firma se enmarca en la octava edición de la Feria de la Huerta y el Vino, que se celebra cada año en Villa del Prado y que ha abierto hoy sus puertas con la inauguración oficial a cargo del consejero.
En virtud de este convenio, el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) va a desarrollar distintas actuaciones orientadas a la recuperación y mejora de productos hortícolas de la zona, como el tomate, el pepino o la uva de mesa. Así, los técnicos del IMIDRA van a contar con una parcela de hasta 2.250 m2 en la que desarrollarán un proyecto específico de recuperación de uva de mesa.
Además, Villa del Prado se va a convertir en un “laboratorio” para experimentar con el cultivo de nuevas especies destinadas a la producción de biomasa con fines energéticos. Para ello se va a dedicar una parcela de hasta 10.000 m2 a la plantación piloto de clones de Paulownia tomentosa, un cultivo apto para la producción de este combustible vegetal que podría suponer una alternativa a los cultivos más tradicionales de la zona. Todas estas actuaciones estarán coordinadas con los agricultores del municipio, que recibirán cursos de formación y recibirán asesoramiento y apoyo científico y técnico por parte del IMIDRA.
La Comunidad de Madrid quiere redoblar con este acuerdo su apuesta por la mejora de los excelentes productos de la huerta de Villa del Prado, de cuyas explotaciones hortofrutícolas salen el 80% de las acelgas, el 85% de los pepinos y el 45% de los tomates que se producen en toda la región.
Una riqueza de la que podrán disfrutar los visitantes de esta Feria de la Huerta y el Vino, que incluye durante el fin de semana distintas actividades como un concurso de catadores de vino, una cata de tomates organizada por el IMIDRA, talleres para los más pequeños y menús y tapas especiales preparadas por los restaurantes de la localidad con los mejores productos de la zona.
Sonido: Taboada, convenio con Villa del Prado.
LOS SURCOS DEL TOMATE
Son los surcos del tomate
cuando lo aroma el verdín,
babilónico jardín
que tengo en un acirate.
Y he formado un arriate
que dulcifica mis ojos,
del que huyendo los abrojos
ven a plantas que amamantan,
acunan, besan y cantan
a sus tomates tan rojos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA VENDIMIA DE LOS NIÑOS JORNALEROS
Impúberes argonautas
sobre las cepas esbeltas,
las navajas cortan sueltas
de los infantiles nautas.
Sin chirimías ni flautas
en busca del vellocino
del oro del tinto vino,
de las cepas el racimo
nos daba el valor y animo
de forjar nuestro destino.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
ADOLFO LUCAS REGUILÓN
Romance
“El mensaje de la patria eterna
que dice a todos sus hijos: paz, piedad y perdón”.
Don Manuel Azaña
Nacido en Villa del Prado,
bello pueblo de Madrid
al que el río Alberche baña
a su paso al discurrir.
Hijo de humilde familia
como a los más nos ocurre,
supo luchar en la vida
como en el pobre es costumbre.
Sabía atar al borrico
y cavar desterronando,
y a la reguera y al surco
llevar el agua del vado.
Dotado de inteligencia
la que el dinero no presta,
trabajando ya en Toledo
sintió que le faltaba algo.
Dependiente en una tienda
como chico de recados,
supo que sus apetencias
tenían otro calado.
Y robándole al descanso
horas de calma y de sueño,
con afán se dio a los libros
estudiando con denuedo.
Con su clara inteligencia
agudizada y despierta,
se despertó una mañana
con título en la maleta.
De pronto se vio maestro
por su esfuerzo conseguido,
cuando a la fe y la constancia
le sumamos el talento.
Maestro en Navamorcuende,
gentil pueblo toledano,
cuando un alba de esperanza
la República apuntaba.
Vivas a la Libertad
pidiendo pan y justicia,
y el reparto de la tierra
para aquel que la cultiva.
Siendo entonces lo frecuente
que hubiera unas fuerzas vivas,
en los casinos de pueblo
él se integró en la partida.
Médico y el boticario,
y el alcalde y juez de paz,
de Guardia Civil sargento
y un maestro y disputar.
Días y meses convulsos
ya se empezó a perfilar,
y España convulsionada
en combustión arde ya.
Ánimos exacerbados
y en el ruedo dos Españas,
a tiros y a bastonazos
como ya Goya pintara.
Y él en la tertulia adujo
mostrando su militancia,
ser comunista confeso
y defensor de su causa.
Y al surgir el estallido
del ejército insurgente,
él logró frenar el golpe
fatal en Navamorcuende.
Y ya como miliciano
participó en los combates
del Cerro de Garabitas,
siendo herido y trasladado.
Y al formarse por entonces
su Ejército Popular,
fue encuadrado formalmente
dentro del comisariado.
Y lo largo de la guerra
ocupó diversos cargos
de importancia y de relieve,
pero siempre dando el callo.
Y al término de la misma
con miles se vio atrapado
en el puerto de Alicante,
a la espera de los barcos.
Barcos que nunca llegaron
y en riadas prisioneros,
dejados a la intemperie
hasta ser clasificados.
Y al igual que tantos otros
en juicios masificados,
sin defensa y sin amparo
la muerte era el resultado.
Tiempo pasó en una cárcel
y cuando fue liberado,
vivió un acoso constante
en un clima irrespirable.
Y tras meditarlo mucho
tuvo que dejar familia,
y solo y en abandono
con decisión se echó al monte.
Por tierras de Piedralaves,
estribaciones de Gredos,
oculto entre la espesura
vivía como un conejo.
Lo mismo que muchos otros
se mantenía a la espera,
de que sucesos de Europa
marcara acontecimientos.
Después fue allegando gente
del bando de perdedores,
que se iban configurando
en guerrilleros armados
Estableció sus contactos
entre las gentes del llano,
cabreros de la montaña
y con pastores captados.
Y poco a poco los grupos
se fueron consolidando,
y se establecieron bases
en puntos ya prefijados.
Editaban sus periódicos
sus pasquines y folletos
llamando a la población
a unirse a los guerrilleros.
Y una guerra soterrada
se desarrolló en silencio,
entre maquis de la sierra
y fuerzas del Movimiento.
Y Reguilón con su grupo,
igual que un pez en el agua,
se movían por la sierra
y como gatos a gatas.
Y una base estableció
aledaña a Cenicientos
justo a los pies de su Peña
que es monumento del pueblo.
Y en chozos de los pastores
tenía avituallamiento,
y también en otros casos,
protección y ocultamientos.
Cuenta que en cierta ocasión
sorprendido fue de pronto,
por la súbita llegada
de un hombre desconocido-
Pero el pastor más veloz
y antes que le descubriera,
encima puso el jergón
y lo usó como banqueta.
Y con el visitante ido
por el pastor se enteró,
que era el jefe falangista
y un mandamás en el pueblo.
Ya entonces rebautizado
Severo Eubel de la Paz,
prosiguió su actividad
incansable por los cerros.
Hostigaba al enemigo
volando vías de trenes,
y a los tendidos eléctricos
los dejaba sin corriente.
Y un día a media mañana
tomó Alameda del Valle,
y enarboló la bandera
de la República errante.
Más de un modo paulatino
aquello se fue acabando,
y entre muertos y apresados
se estaba quedando solo.
Y al ser liberada Francia
por el Ejército Aliado,
con la ayuda inestimable
de maquis republicanos;
esperanzas renacieron
y los puños levantaron,
cuando la invasión de Arán
parecía abrirse paso.
Pero cortado el avance
y hacia Francia retornados,
acabó toda esperanza
y el sueño irrealizado.
La guerrilla sin futuro
y en acoso permanente,
se fue sola disolviendo
buscando donde meterse.
Iban hacia la frontera
o al centro de las ciudades,
y hacer del anonimato
la forma de evaporarse.
Y Reguilón en Galicia
pasó desapercibido,
ejerciendo de maestro
en varios años seguidos.
Más lo inevitable vino
y al cabo fue descubierto,
y pasó lo de aquel tiempo
juicio sumario y castigo.
Con la Pepa de por medio
que al final fue conmutada
por largos años de cárcel
de incivil guerra cainita.
Y aquí termina el romance
de un Reguilón guerrillero,
maquis épico y de gesta
del pueblo de los pradeños.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL PUENTE DE LA CHORRERA
El Puente de la Chorrera
a coruchos vio pasar,
con su ganado lanar,
sus mulas y vertedera.
Por la estrecha carretera
camino iban de Escalona,
cuando el blasón que blasona
a la ciudad imperial
era nuestra capital
y de España la corona.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL TREN DE ALMOROX
Trenecín de vía estrecha
con tu lento galopar
permitías contemplar
crecimientos de cosecha.
Queda lejana la fecha
en que de un salto bajé
y de emparrado tomé
uvas en Villa del Prado,
y en botijo agua tomado
y en carrera te alcancé.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho