Gustavo Alonso es el director de Aventura Amazonia, un parque en el que los visitantes disfrutan de una experiencia única al mismo tiempo que se divierten y hacen deporte subidos en los árboles. Aventura Amazonia está formado por varios circuitos a través de los árboles y de una veintena de tirolinas, entre las que se encuentra la más grande de España entre árboles. A21 ha hablado con el director de este parque de aventura, situado en plena Sierra Oeste, concretamente en el municipio de Pelayos de la Presa.

¿Qué es Aventura Amazonia?
Un parque en el que los visitantes hacen deporte y se divierten en los árboles. Nosotros utilizamos los árboles para crear nuestros propios circuitos de aventura y lo hacemos de forma natural, aprovechando su encanto y atractivo. Utilizamos la propia materia prima e incluso utilizamos el único soporte que tenemos, que son los árboles. Estos están mimados e intentamos mantenerlos con un exhaustivo control de mantenimiento. No necesitamos energía eléctrica, no vertimos ningún tipo de contaminación acústica ni lumínica. Esto es un nuevo concepto de desarrollo sostenible. Es un parque muy divertido y todo está pensado para que lo pueda disfrutar cualquier tipo de personas y de edades. Aquel que no esté preparado físicamente para realizar actividades deportivas, puede superar los juegos con mucha facilidad. Aventura Amazonia está diseñado para que todos puedan disfrutarlo.

¿Cómo son los circuitos?
Tenemos circuitos que están diseñados para niños de seis años en adelante. También tenemos circuitos para los más aventureros, que son mucho más duros. No nos olvidamos de los niños de cuatro a seis años, tenemos circuitos para que los disfruten. Para los padres es una tranquilidad porque nos los dejan y nuestros monitores hacen lo posible para que se lo pasen genial durante todo el día.

¿Por qué un parque temático en Pelayos de la Presa?
Pues bien, ya tuvimos la experiencia del parque de Cercedilla que funcionaba muy bien desde su apertura en el año 2004 y lo que queríamos era ampliar nuestras instalaciones y trasladar esta idea a otras zonas de la Comunidad de Madrid eligiendo la zona sur-oeste, dando oportunidad a todo el público de la zona sur de Madrid y de los pueblos de la comarca de la Sierra Oeste.

¿Se ha cumplido el objetivo que se marcaron?
Nuestro objetivo se está cumpliendo. Eso lo vemos en que la  gente agradece lo bien que se lo ha pasado volviendo a nuestro parque de nuevo, disfrutando de la aventura.

Aventura Amazonia tiene la tirolina más grande de España entre árboles.
Efectivamente, tenemos en Pelayos de la Presa la tirolina más larga de España entre árboles y que cruza todo el parque temático. Fue curioso su montaje, ya que mide 250 metros de largo. Su estructura es bastante compleja y muy laboriosa. Primero, tuvimos que trabajar de noche. Segundo, teníamos que buscar un punto de inicio y otro de final sin destrozar la naturaleza del  parque, su frondosidad dificultaba la labor de montaje de lo larga que era. La tercera cuestión que tuvimos que tener en cuenta fue saber la tensión del cable que al ser tan largo, pues solamente con el peso de la persona y la caída hacia el suelo, se hacía bastante complejo. Se utilizaron medidores láser, dándole la inclinación, la altura y el punto de llegada. Gracias a los técnicos e ingenieros se pudo realizar y este ha sido el resultado, del que estamos muy orgullosos. Pero además de esta tenemos en total veinte tirolinas.

¿Están orgullosos de ver cómo la gente se va contenta cuando se marcha del parque?
Por supuesto. La respuesta es increíble por parte de los clientes. Hay muchos a los que la primera vez les impresiona todo el parque, pero una vez que están arriba, entre los árboles, la aventura comienza para ellos. Hacemos unas encuestas de satisfacción cada tres meses y los resultados nos indican que cada vez la gente disfruta más. Un dato curioso es que el 42% de las personas repite y eso para nosotros es todo un orgullo.

¿Qué hay que hacer para poder trabajar en Aventura Amazonia?
Tenemos dos perfiles muy definidos de monitores. Uno de ellos es el de operador que tiene mucha experiencia en montaña. Estos tienen titulación en trabajos verticales y escalada, que es el que sube a las cotas más altas para, por ejemplo y lo más importante, poder rescatar a un cliente. Si un aventurero se sube a siete metros de altura y tiene dificultad de realizar el juego,  nuestro operador se encarga de bajarle, sin que le ocurra nada y para este tipo de procedimientos hay que estar muy bien preparado. El otro tipo de operador es el de vigilancia y es el que se encarga de dar los cursos correspondientes a los clientes para que sepan lo que tienen que hacer durante la estancia en el parque y así participar de forma autónoma y también para vigilar a la gente para ver si están cumpliendo las normas de seguridad que están estipuladas en el parque.

¿Qué sistemas de seguridad tiene el parque para que no ocurra ningún tipo de incidente?
Nada más llegar, el cliente recibe un cursillo de media hora en el que se le enseña el funcionamiento de las instalaciones, cómo moverse por los árboles y marcarle las normas de seguridad.

¿Qué les diría a las personas que están indecisas para probar estas maravillosas instalaciones?
Yo invitaría a las personas a que conozcan el parque. Es una experiencia única tanto para niños como para adultos. En los parques al uso el cliente es un mero paquete, te suben y te bajan y te lanzan a toda velocidad, pero tú eres un elemento completamente pasivo. Aquí es todo lo contrario, tú eres el elemento activo de la propia aventura. Tú tienes que engancharte a las cuerdas con los mosquetones en los juegos, utilizar la polea con la tirolina. Es una aventura y una experiencia muy divertida. Ver a los chavales cómo se mueven, que son totalmente autónomos es una gran satisfacción. Es un reto el poder finalizar el circuito. Es un entorno único y privilegiado, donde te encuentras ardillas en una fauna autóctona

¿Está orgulloso de poder ser empresario en la comarca de la Sierra Oeste?
Estamos contentos como gestores y sabemos que somos afortunados porque trabajamos en una empresa muy bonita de gestionar. También estamos satisfechos cada vez que los clientes te dan las gracias cuando se van. Eso es lo que hace que nos esforcemos más. Es todo muy agradable.