Y lo hizo de un modo emotivo y festivo, casi un resumen de lo que vive este municipio en el día a día de su historia más reciente. Doscientos años de historia como Villa no se celebran todos los años y el consistorio local organizó una serie de actividades para un día de fiesta y celebración, en el que se intentó reunir a la mayor parte de los vecinos en torno a unas actividades que ponían en valor los símbolos y la actualidad de la localidad casera.

El día comenzó con la celebración de un homenaje a personas representativas de Navas del Rey, naturales del municipio y vecinos que aportan o han aportado su esfuerzo, su dedicación y su trabajo a que la localidad sea algo mejor y más habitable, a que sea conocida y reconocida, a hacerla cada día algo más grande en cuanto a historia y sociedad. Un homenaje que arrancó con los tres vecinos más ancianos del municipio, Bernardino Hernández, Juana Martín y María López, que con 94, 96 y 101 años respectivamente, son, a día de hoy, los caseros más mayores. Después llegaron homenajes a personas vinculadas con el municipio y con el deporte, la educación, la cultura, el asociacionismo, el trabajo municipal, los servicios sociales… o la medalla a título póstumo a Gerardo Parras Domínguez, el primer alcalde de la Democracia en Navas del Rey. Un acto en el que se repartieron cuarenta medallas y que, en palabras del alcalde, el ayuntamiento actual querría que se siguiesen repartiendo, en un número mucho más corto, cada año.

En Navas del Rey no puede haber día de fiesta sin la misa correspondiente, en esta ocasión con la presencia en la localidad casera del obispo de la Diócesis de Getafe, Ginés García Beltrán y con la participación de la coral polifónica Cantus Firmus, el Grupo folclórico Sones de Antaño y la presentación del himno local, que era algo de lo que carecía Navas del Rey y que ha creado el barítono José Manuel Conde, que lo interpretó en vivo por primera vez en la parroquia de San Eugenio.

El día continuó con un homenaje a la bandera en el que participaron algunos de los homenajeados en la entrega de medallas y representantes del ejército y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, tras el que hubo una pequeña puesta en escena del Grupo folclórico Sones de Antaño.

Para seguir con la fiesta y alargar la unión de los vecinos de Navas del Rey, el consistorio decidió invitar a todos los presentes a una gran paella y contrató a una cantante para realizar un tributo a Rocío Jurado y a Rocío Dúrcal. Ya por la tarde hubo toros en el Centro Multifuncional de la localidad, con los chicos de la Escuela Taurina de Navas del Rey como protagonistas.

El fin de fiesta fue una traca final con la que se puso punto y seguido a la historia de un municipio muy joven que aún tiene mucho que decir.

Javier Fernández Jiménez.