
- Pueblo y moteros lamentan la pérdida de la joven.
Enorme, inquebrantable, inolvidable fue la emoción vivida ayer en Valdemorillo en el momento en que este pueblo, junto a centenares de moteros, se volcó en el homenaje a una de sus vecinas, la joven Carmen, fallecida trágicamente en accidente dos semanas atrás. Fue precisamente en el marco de la gran concentración motera organizada este domingo en el que el Ayuntamiento quiso rendir “el tributo especial y merecido” a esta joven de tan sólo 17 años, para quien las motos eran su gran pasión. Y hablando en nombre de todo el Consistorio, de toda la población que llora “su temprana, injusta marcha”, el Concejal Nino Gil lo expresó claramente al señalar que en medio del gran evento el que literalmente llenó este 11 de septiembre la Plaza de la Constitución y tantas otras calles cercanas, “nos falta una de las nuestras”, insistiendo en destacar la gran conmoción que continúa generando la ausencia de Carmen. De hecho, la sentida intervención del Concejal se vio interrumpida en varias ocasiones, quebrada su voz por la tristeza.
Así, ante la réplica de la moto de Ridker, como también era conocida, y ante los amigos y compañeros del Instituto Valmayor, rotos todos por el dolor, se elevó esa llamada al rugir de motores “que es como le hubiera gustado a ella”, retumbando en lugar del minuto de silencio estos quince eternos segundos que sirvieron para elevar ese sentimiento que hizo que todos hicieran suyo el lema de las camisetas que vestían sus más cercanos, “porque siempre estará en nuestro corazones”.
Fue el impresionante “¡hasta siempre motera!” que Valdemorillo quiso tributar a Carmen, a cuya memoria también se elevaron las notas de la canción compuesta e interpretada por Víctor, visiblemente afectado como el resto de aquellos que contaban con la amistad de la joven. A todos ellos también se les quiso transmitir la cercanía y el cariño del municipio en unos momentos tan duros.