- Con motivo del Año Santo Butarqueño, devolvió la visita a la Virgen de Butarque el pasado domingo.
El pasado domingo 5 de noviembre San Blas devolvía la visita a la Virgen de Butarque, quien visitó Villamanta el pasado 23 de septiembre con motivo del Año Santo Butarqueño. Peregrinó junto con un centenar de villamanteños hasta la Ermita de Butarque desde la Parroquia de El Salvador. A las 11 h. salía la procesión con la Imagen del patrón de Villamanta acompañado de la Agrupación Musical “Jesús El Pobre” de Madrid quién fue tocando distintas marchas durante toda la peregrinación.
Las Hermandades de Villamanta junto con la Hermandad de San Nicasio, patrón de Leganés, y la Ilustre y Antiquísima Asociación de la Asunción de Ntra. Sra. de Butarque arroparon al Santo Obispo de Sebaste en su caminar por las calles de Leganés.
Tras recorrer el camino que tradicionalmente realiza la Virgen en las Fiestas Patronales, fue recibido entre aplausos al entrar a la Ermita, donde la Virgen presidía desde su camarín.
La celebración prosiguió con la Eucaristía que presidió el párroco de Villamanta y al término de la cual D. José Manuel Cuadrado, presidente de la Asociación de la Virgen de Butarque agradeció el gesto a los villamanteños de haber acercado a su patrón hasta la Santa Casa de la Virgen y el hermanamiento surgido entre ambos Años Jubilares dentro de la misma Diócesis. Y para que ello quedará por escrito tanto el P. D. Orlando como D. José Manuel firmaron sendos diplomas que dejan constancia de las visitas realizadas por los patrones a los Templos de Villamanta y Leganés.
La peregrinación concluyó con la veneración de la reliquia de San Blas y el besamanos en el camarín a la Virgen de Butarque, la cual ya se ha ganado un trocito del corazón de todos los villamanteños.
EN ALCORCÓN A TANTOS DE TANTOS
Recorro tus campos, ando en tus calles,
persevero en mi afàn,
conocí a mi esposa, engendré a mis hijos
y amasé aquí mi pan.
Campos vi de trigo y vi de cebada
tras de mi ventanal,
de esmeralda olas vaivén de las brisas
de aire primaveral.
Y fue aquí en Santa María la Blanca
mi boda y desposar,
de mis hijos ante el ara el bautizo
antes de echar a andar.
Trabajé en casa y tuve en mi taller
el cincel y el buril,
la gema. la lupa y base del fuste
y un soneto en mi atril.
Vine a un pueblo y ahora es ciudad,
Alcorcón sideral,
con sus amplias y extensas avenidas
y un moderno hospital.
Aquí envejezco en Alcorcón prosigo,
y bien puedo dar fe,
de un cambio existencial evolutivo
que palpable se ve.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL MADRINAZGO DE LA VIRGEN DEL ALBA
A mi hijo Francisco Javier
Fronda del árbol que ante el templo vive,
en donde el sol naciente se derrama,
y el mirlo trémulo que está en la rama
canta a la noche en trinos su declive.
LA virgen del Alba con él convive
y el dulce canto la complace y ama,
y el mirlo encendido en gloriosa llama,
le ruega al día que avanzando avive.
Y emprende el mirlo en búsqueda afanosa
entre el brezo, el rosal y entre la rosa,
que rodea la valla y la piscina
del Parque Mayor ramitas de un nido,
que un nidal será sublime y florido
con la Virgen que oficia de madrina.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
PARQUE DE POLVORANCA
Es jardín de encantamiento
con sus cuidadas veredas
y densidad de praderas
donde es danzarín el viento.
Nos incita al movimiento
con paso alegre y sutil
bajo un cielo azul añil,
aunque estalle la tormenta
y la tarde cenicienta
se desborde en aguas mil.
Parque inundado de flores
alfombrando los oteros,
españoles y extranjeros
y arroyos ensoñadores.
Los niños entre clamores
entregados a sus juegos,
jardineros con sus riegos
en atardecer bucólico,
soñador y melancólico
de poetas con sus pliegos.
Abundan los pescadores
y hay barcas en la laguna,
con olivos y aceituna,
y aficionados pintores.
Entusiastas corredores
y permanente fragancia.
Nunca importa la distancia,
son someros los caminos,
paseando entre los pinos
nos colmamos de abundancia.
Contiene un huerto ecológico
de lechugas y patatas,
cebollas, puerros, batatas
cumpliendo un papel simbólico.
Y un paseo filosófico
y bella naturaleza,
y salud y fortaleza
nos da el Parque en Polvoranca,
donde la inquietud se estanca
y es luminosa belleza.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
OLIVOS DE POLVORANCA
Olivos, recios olivos,
familiares de mi infancia,
os contemplo en la distancia,
acogedores dativos.
Siempre a la tierra cautivos
en milenaria constancia,
dando a Cristo vigilancia
en el velar siempre vivos.
¿Quién os trajo a Polvoranca,
tal vez de alguna barranca
de otros yermos de Castilla?
Para prestarle armonía
a este parque de alegría,
olivos de manzanilla.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho