El periódico mensual independiente y gratuito de la Sierra Oeste de Madrid y alrededores en su número 199, correspondiente a agosto de 2024, lleva en su interior una muy variada programación de las fiestas que van a tener lugar en diversos pueblos de la comarca. Su portada está dedicada al comienzo de la vendimia. Con la cosecha de los tempranales de albillo real, da comienzo la primera vendimia de nuestra zona. Las variedades de uva autóctonas de nuestra Sierra Oeste son esta, blanca, y la garnacha, tinta. Como ocurrió el año pasado, debido a las altas temperaturas que hemos tenido este verano, se ha adelantado ligeramente en el tiempo: desde la segunda semana de agosto, nuestros viticultores han comenzado las tareas de recolección que se prolongarán hasta primeros de octubre. Las lluvias de invierno y primavera auguran que la producción será mejor que en la campaña anterior. Es una tradición de nuestro campo a la vez que un gran activo económico. FOTO: Las Moradas de San Martín.
¿Debe estar la bandera nacional en las iglesias?
DULCE
Las cosas más normales parecen ahora ser casi constitutivas de delito. Tenemos una bandera de la que estamos muy orgullosos, un himno y una cultura propios basados en una historia ligada a Europa y al cristianismo, pese a quien pese. El artículo 16.3 de nuestra Constitución de 1978 determina que los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán relaciones de cooperación con la Iglesia Católica. Por ello, es lógico y normal que varios de nuestros templos cristianos luzcan ufanos la enseña nacional. De la misma forma, es común en celebraciones religiosas como las procesiones que suene el himno nacional acompasando el paso de las imágenes por nuestras calles. Por mucho que se empeñen los ateos y socialcomunistas, adornar con nuestros símbolos ritos tan solemnes y arraigados no hace sino acrecentar su magnitud. Quieren romper España cediendo a todo lo que les exigen sus socios independentistas. Si fueran ikurriñas o senyeras probablemente no protestarían tanto.
Tolomeo
SALADO
La Ley 39/1981, de 28 de octubre, por la que se regula el uso de la bandera de España y el de otras enseñas, establece en su artículo primero que la rojigualda es signo de la soberanía, independencia, unidad e integridad de la patria y representa los valores superiores expresados en la Constitución. Pero nuestra Carta Magna deja claro que ninguna confesión tendrá carácter estatal. A pesar de ello, el uso partidista del himno y de la bandera nacionales ha llevado a que ondee en diversas iglesias sin un mínimo de reflexión. Todos somos igual de españoles, los que exhiben públicamente sus símbolos y los que no, pero no todos los españoles somos católicos. Colocar la bandera en una parroquia, pero no en una sinagoga, mezquita o pagoda (por poner algunos ejemplos), no deja de ser discriminatorio hacia esas confesiones que no son mayoritarias, pero que deben tener la misma consideración que el catolicismo. Además, y de forma estrictamente protocolaria, lo más indicado sería colocar al mismo nivel la bandera del Estado del Vaticano, posiblemente el verdadero propietario y administrador de las iglesias ubicadas en España.
Copérnico.