
Este pueblo, eminentemente agrícola y conocido a nivel internacional como la huerta de Madrid, es también famoso por la religiosidad de gran parte de sus habitantes que mantienen las tradiciones y costumbres locales como en este caso es la festividad de San Isidro Labrador, patrono de los agricultores.
El domingo 20 de mayo se festejó al santo con una misa tras la que feligreses, vestidos de chulapos y chulapas, llevaron en procesión la imagen del santo hasta la Plaza Mayor donde el párroco bendijo simbólicamente las tierras de labranza y a todos los asistentes.
A continuación el Ayuntamiento obsequió a los presentes con limonada y rosquillas del santo, plantas de albahaca y flores como símbolo de los productos de la tierra. La alcaldesa Belén Rodríguez Palomino, como es habitual en ella, ayudó a entregar las plantas a los vecinos y varios concejales se encargaron de la limonada y los dulces.
EL FAISÁN DE NOCHEBUENA
Van con las caballerías
por la finca del Rincón,
y les surge la ocasión
propicia en mañanas frías.
Avistado Villa el Prado
con el Alberche dormido,
al faisán ven aterido
y le imaginan asado.
La ocasión la pintan calva
para el hogar de los pobres:
“Hoy no habrá peces salobres
en sus mesas”, dice el alba.
Bien guardado va en la alforja
el faisán sin hacer ruido,
con el cuello retorcido
la sartén le dará forja.
Van los cuñados contentos
con sus cargas de arriería,
vida dura y alegría
camino de Cenicientos.
Es día de Nochebuena
y él faisán se muestra orondo,
desplumado será a fondo
habiendo opípara cena.
La Caprichosa remontan
y a Cadalso le bordean,
ya sus piernas les renquean
y sobre las mulas montan.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LOS SURCOS DEL TOMATE
Son los surcos del tomate
cuando lo aroma el verdín,
babilónico jardín
que tengo en un acirate.
Y he formado un arriate
que dulcifica mis ojos,
del que huyendo los abrojos
ven a plantas que amamantan,
acunan, besan y cantan
a sus tomates tan rojos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho