El sábado 6 de mayo nos reunimos en el histórico castillo de la Coracera de San Martín de Valdeiglesias para recibir a los ganadores del I Reto Literario A21/Menudo Castillo, quienes se trasladaron a nuestra comarca desde la capital y los pueblos cercanos. La soleada jornada comenzó con una visita al Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias en Pelayos de la Presa por cortesía del consistorio y acompañados por un gran conocedor del monasterio, Rafael Rodríguez, quien explicó exhaustivamente a los visitantes tan insigne monumento.
Tuvieron la ocasión de degustar nuestra cocina tradicional y recorrer las principales calles de San Martín de Valdeiglesias, antes de acudir puntuales al Castillo de la Coracera, donde, en el salón de la torre del homenaje estaban esperándoles los anfitriones.
Los visitantes de sintieron impresionados por la majestuosidad del castillo del siglo XV, no todos los días se tiene el honor de recibir un premio en una sala histórica donde habitaron personajes ilustres de la talla de Isabel la Católica o Don Álvaro de Luna.
El protocolo del acto fue ameno y divertido. Jóvenes locutores del programa de Radio 21 Menudo Castillo fueron los encargados de dirigir la entrega, supervisados en todo momento por el ideólogo y propulsor del Reto, Javier Fernández, director de los programas radiofónicos Menudo Castillo y Castillos en el Aire de Radio 21, y la sección cultural del periódico A21.
Representando al periódico A21, patrocinador del reto, el joven Rubén Pacios dirigió a los presentes unas palabras de bienvenida.
La jornada estuvo amenizada por jóvenes músicos del aula de violines de la Escuela de Música de San Martín de Valdeiglesias que interpretaron diversos temas intercalados con la entrega de los premios a los ganadores del reto:
Los tres clasificados de la sección infantil fueron tres alumnos de sexto curso de primaria del Colegio Santo Ángel de Moratalaz, Sofía Lozano recibió su premio de manos de la Alcaldesa de San Martín de Valdeiglesias, María Luz Lastras. Mateo Bouquier recibió su lote de libros y su faro de A21 entregado por el Alcalde de Pelayos de la Presa Antonio Sin. Y a Lucía López, la tercera niña más rápida en leer los 11 libros le entregó su premio Fernando Cornejo, copresidente de la Fundación Castillo de la Coracera. Cada uno de los premiados leyeron un párrafo de su libro favorito.
Se contó con un cuarto lector rápido del Colegio Juan Falcó de Valdemorillo, de categoría infantil, Alejandro también recogió su premio que le entregó la autora de literatura infantil Paloma Muiña.
En la categoría juvenil, las dos jóvenes que cumplieron el reto fueron Alba Rodríguez de Dios, de Villanueva de la Cañada a quien entregó su premio Rubén Pacios, representante del periódico A21 y Berta Sánchez, de San Martín de Valdeiglesias que recibió el suyo de manos de Pedro Bordonado, de Radio 21.
Acompañaron a los ganadores infantiles sus profesoras Rosa del Real, Colegio Santo Ángel de Moratalaz y María Teresa Príncipe del colegio Juan Falcó de Valdemorillo, también protagonistas del reto, pues su interés y dedicación para el fomento de la lectura se ha visto plasmado en los resultados de este reto, y también las familias, parte importantísima de la educación de estas niñas y niños.
DON ÁLVARO DE LUNA A SU PASO POR CENICIENTOS
Riquezas tuvo, honores, poderío;
del rey valido, amigo y consejero,
favorito y constante compañero
y a su lado grandeza y señorío.
De cuerpo enjuto, más su fuerza y brío
fue cantada elevada al romancero,
y él fue juglar, poeta pasajero
y en justas paladín cruzando el río.
Gran señor, Condestable de Castilla,
con gran pompa pasó por Cenicientos
anhelando el cetro y ceñir corona.
Magnífico jinete va en su silla,
semblante alegre y, oro en los jumentos
que lleva a su castillo de Escalona.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA LISTA DE LOS REYES GODOS
Entre angustias y sudores
y calvario de los ojos,
padecimos sinsabores
por culpa de promotores
imperiales con antojos.
Con España hecha un erial
entre la hambruna masiva,
trajeron al pegujal
y escuelas del andurrial
a godos en comitiva.
Se empeñaron los jerarcas
con empeño denodado,
supiéramos de monarcas
que aún calzaban albarcas
y a la Hispania gobernado.
La lista estaba formada
por treinta y tres visigóticos
y era así tan alargada
y tan densa y tan poblada
por reinar reyes caóticos.
Se morían de repente
o de pronto asesinados,
y otra coronada frente
ante aquel cuerpo presente
allí mismo nominados.
Candidatos eran varios
los aspirantes al trono,
y en aquellos escenarios
de títulos nobiliarios
disputaban con encono.
En círculo nos ponían
a coruchos escolares,
y salmodiar nos hacían
mientras espaldas crujían
a los godos seculares.
La lista la encabezaba
Ataúlfo, era el primero,
Sigérico al que heredaba
Walia y luego lo alcanzaba
Teodorico el guerrero.
Le sucedió Turismundo
y Teodorio después,
Alarico más jocundo
y nosotros ni un segundo
de recitar sin traspiés.
Después con el cisma arriano
Gelaelico cismático,
y Amalarico algo vano,
que fue un buen rey ciudadano
que se acomodó pragmático.
Theudis, luego Teusidelo,
Agila y Atanagildo,
Liuva que miraba al suelo
y Leovigildo al cielo
por culpa de Hermenegildo.
Llegó Recaredo y Siuva,
Witérico y Gundemaro,
que dicen que el mosto de uva
lo trasegaba cual cuba
de tonel hispano avaro.
Nombres hay repetitivos
de ordinal correspondiente,
sobrevivían los vivos
si no acababan cautivos
del nuevo rey y de su gente.
Suíntila con Sisenando,
Thintila y sucedió Tulga,
Khindasvinto fue reinando
con Recesvinto esperando
como un can cuando se espulga.
Wanba delegó en Ervigio,
Egica reinó con Witiza,
¡cuánto rey cuanto litigio!,
sin llevar el gorro frigio
hartos de godos en liza.
Rodrigo fue el colofón
de tanto godo en el trono,
¡que castigo, que tostón!,
salmodiando relación
con voz meliflua en el tono.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL ORIGEN DEL NOMBRE DE CENICIENTOS
A las armas llamó el rey
a sus leales vasallos
para hacer la guerra al moro
y de sus predios echarle.
Fueron heraldos reales
por humildes aldehuelas,
por cañadas y villorrios
y al foro de las ciudades.
Pregonaron el Edicto
en torres de campanarios,
a los sones de timbales
y cuernos de bueyes mansos.
Llegaron a San Esteban
de la Encina Protomártir
habitado por labriegos
y pastores arriscados.
Movilizóse el alcalde
con alcaldes aledaños
hacia el pueblo de Escalona,
con los censos en la mano.
De allí fueron a Toledo
en un grupo encaminados
a presencia del monarca,
con la corte allí instalado.
Y una vez allí llegados
y por su Puente de Alcántara
lentamente atravesado
vieron el Tajo allí abajo.
Allí nadaba La Cava
muchos años ya pasados
y allí viola don Rodrigo,
y suspiró enamorado.
Mas negándose Florinda
a entregársele de grado,
al rey de los visigodos
acusó haberla abusado.
Informado don Julián,
el padre que estaba en Ceuta
por el rey allí destacado
jurósela al soberano.
Con el obispo don Opas
conspiraron y una alianza,
fue entablada con Tariq
y en la antigua Iberia entraron.
Por entonces en Toledo
reinaba la tolerancia
y las grandes religiones
estudiando se hermanaban.
Las religiones Del Libro
sagrado de los judíos,
y de árabes y cristianos
compartido y traducido.
Y siendo así en este clima
por el rey bien acogidos
los alcaldes regidores
en su punto de destino.
De San Esteban su alcalde
digno en su rusticidad,
de su legajo hizo entrega
a la Majestad Real.
El rey miróle perplejo
estudiando el documento
al ver puestas allí cifras
cual villas con monumentos.
“¿Pues no es la tuya una aldea
y me ofreces cien y cientos
en mi ejército, de lanzas,
en la guerra a que me enfrento?”
“Príncipe”, hablóle el alcalde,
“¡en San Esteban sus gentes
contra el moro lucharán
por Vos y por nuestro Dios!”
“¡Las mujeres y los niños
y los ancianos hendidos
harán suya vuestra causa
contra vuestros enemigos!”.
“¡Me place aquesto que dices
mi buen vasallo y amigo,
y cambio el nombre a tu aldea
mis nobles son mis testigos!”.
“¡Se llamará Cenicientos
desde ahora en adelante,
y Yo, El Rey, sobre estos reinos
así lo dispongo y firmo!”.
¿Es historia o es leyenda
o invención de mis mayores?
Pero en nuestra tradición
su nombre es Regio ante Dios.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL PUENTE DE LA CHORRERA
El Puente de la Chorrera
a coruchos vio pasar,
con su ganado lanar,
sus mulas y vertedera.
Por la estrecha carretera
camino iban de Escalona,
cuando el blasón que blasona
a la ciudad imperial
era nuestra capital
y de España la corona.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
ROMANCE DEL REY MORO DE GRANADA
DONDE CORUCHOS SE HALLABAN
Cuando al fin capituló
y abandonó su Granada,
se le demudó la faz
y dijeron que lloraba.
Mas no fue por cobardía,
pues su valor era fama
cantada por los poetas
y por el Darro llevada.
Fue por las fuentes y flores,
y las almenas doradas,
por el Patio los Leones
y por la perdida Alhambra.
Cruentos y crueles combates
por la ciudad asediada,
y ante sus muros, coruchos,
allí combatiendo estaban.
Siendo el Rey don Juan segundo
del reino ilustre de España,
y don Álvaro de Luna
su valido y su vanguardia.
De Castilla el Condestable
en batalla de Higueruela,
donde triunfante salió
con él coruchos llevaba.
Dueño y señor de estas tierras
le rendían vasallaje,
y soldados de la gleba
de estos predios reclutaban.
El tiempo se fue alargando
cayò el valido en desgracia
y su cabeza rodó
por vallisoletana hacha.
Luego Isabel de Castilla,
de España la soberana,
junto a Fernando su esposo
asedio puso a Granada.
Y de nuevo los coruchos
de infantes sentaban plaza,
y en el cerco con las picas
se batían en la Alhambra.
A don Gonzalo de Córdoba
le vieron sobre una jaca
del harén de Boabdil,
que a las tropas arengaba.
Allí al cardenal Cisneros
le vieron con cubos de agua,
con sus frailes y sus legos
que a los moros bautizaban.
A fernando e Isabel
vieron su entrada triunfante,
y voltear de campanas
por la España unificada.
Y vieron a Boabdil
junto a Aixa la Sultana,
volviendo la vista atrás,
enjugándose una lágrima.
Esto vieron los coruchos
y se vieron a ellos mismos
haciendo Historia aquel día
en la toma de Granada.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL PUENTE ROMANO
Si este puente nos hablara
y hablaran sus piedras muertas,
pisadas, historias ciertas
de los coruchos contara.
Otra canción nos cantara
si sus pocos monumentos,
clasificando elementos,
fueran una historia viva
de cultura sensitiva
del alma de Cenicientos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho