La Concejalía de Personas Mayores del Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial organizó el lunes una merienda en la que participaron cerca de 200 personas mayores y que sirvió como colofón a los diferentes actos organizados a lo largo de este año, como la exposición conmemorativa que recogía los 25 años de andadura de la asociación y el concierto en el que participaron distintos grupos musicales del municipio.
En el acto, la Alcaldesa Dª Blanca Juárez Lorca, hizo entrega de una placa de recuerdo al presidente de la Asociación, D. Germán de la Cruz, agradeciéndole la dedicación de la Asociación al bienestar de las personas mayores de San Lorenzo. Además, la Concejal delegada de Personas Mayores, Dª Silvia Ajates, entregó otra placa a D. Fernando del Campo, que ha ostentado el cargo de presidente durante más de una década.
EL SUEÑO DE LOS TESOROS
De niño siempre soñaba
haber hallado un tesoro:
pingües monedas de oro
que en contarlas dilataba.
Y al despertar la amargura
acibaraba mi boca,
frustración de un alma loca
con ansias de la aventura.
Con las monedas del sueño
pensaba que era posible
desde volverme invisible
a ser de un imperio dueño.
Yo por entonces leía
libros de héroes a cientos
que poblaban Cenicientos
y en su biblioteca había.
Hernán Cortés y Pizarro
y Colón y los Pinzones
y los bravos marañones
del Eldorado bizarro.
Y me veía en Lepanto,
codo a codo con Cervantes,
entre españoles gigantes
venciendo en un mar de espanto.
Y con el Gran Capitán
en las campañas de Flandes,
y con Almagro en los Andes
y alférez en Aquisgrán.
Y con Cortés en Otumba,
y grumete de Orellana,
y en la nave capitana
del Austria cuando retumba.
Cuando el Señor de dos mundos
donde el sol no se ponía,
al orbe lo dirigía
desde Escoriales profundos.
Pero los sueños son sueños:
y el despertar los deshace,
al nuevo día que nace
con su lucha y sus empeños.
Después mi suerte dispuso
trabajar entre las gemas
que adornan cuantas diademas
mi disposición compuso.
Y por mis manos pasaron
los brillantes a millares,
y esmeraldas estelares
que en silencio se alejaron.
Los rubíes y zafiros
destellando fugitivos
entre mis dedos furtivos
emprendieron nuevos giros.
Y el vacío hecho en mis manos
por ausencia del tesoro
es aquel oro del moro
que buscan los hortelanos.
Y ahora pueblan mis sueños
mis versos volando etéreos,
y son frágiles y aéreos
tesoros de mis ensueños.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho